Volvió la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

«No se adelanten, a algunos no les va a gustar», advirtió el escritor argentino Guillermo Saccomanno mientras lo aplaudían cuando estaba a punto de inaugurar la 46 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, uno de los eventos culturales más importantes de América Latina que regresa a su formato presencial después de dos años de pandemia.

Y tenía razón. Desde que tomó el micrófono, inició uno de los discursos más implacables que se hayan escuchado en la Feria, con críticas a la organización y a funcionarios de los gobiernos nacional y capitalino, ya fuera por falta de políticas o pronunciamientos fascistas. También denunció la explotación de las y los autores, y ofreció un panorama de la crisis que enfrenta la industria editorial, hoy en particular por la escasez de papel provocada por las dos empresas que concentran la producción y distribución.  

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«Decir Feria implica decir comercio. Esta es una Feria de la industria y no de la cultura aunque la misma se adjudique este rol», aseguró al criticar que se organice en La Rural, un predio perteneciente a la oligarquía argentina que apoyó golpes de Estado de los que surgieron dictaduras que prohibieron autores y quemaron libros. «En lo personal, creo que esta situación simbólica refiere una violencia política encubierta», acusó.

Con respecto a las dos empresas de papel que forman un oligopolio que entorpece la producción editorial, recordó que una de ellas, Ledesma, es propiedad de la familia Blaquier/Arrieta, una de las más ricas del país, con apellidos vinculados con la última dictadura en crímenes de lesa humanidad; mientras que la otra, Celulosa Argentina, es dirigida por José Urtubey, quien estuvo conectado con la causa Panamá Papers.

Cada denuncia, cada cita de apellidos con tanto poder en Argentina, eran respondidos con una ovación. También cuando Saccomanno explicó que pidió que le pagaran por dar el discurso inaugural, lo que no había ocurrido con ninguno de sus antecesores que lo hicieron gratis.

«Supe de quienes se opusieron al pago. Su argumento consistía en que pronunciar este discurso significaba un prestigio. Me imaginé en el supermercado tratando de convencer al chino de que iba a pagar la compra con prestigio», ironizó.

Entre los principales invitados de este año se encuentran el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, y el escritor español Javier Cercas, quienes el próximo viernes presentarán un convenio entre la Cátedra Vargas Llosa y la Fundación El Libro, que es la entidad que organiza la Feria. Ese mismo día, Cercas presentará su libro ‘El castillo de Barbazul’ junto con la periodista argentina Eugenia Zicavo.

Una de las presencias más esperadas es la de John Katzenbach, el reconocido autor de best seller de terror que el 5 de mayo presentará ‘El club de los sicópatas’.

La escritora chilena Diamela Eltit participará en el evento ‘La literatura como forma de resistencia’, mientras que la francesa Caroline Fourest protagonizará el encuentro ‘Pensar el futuro: ¿Qué futuro para la libertad?’, y presentará su libro ‘Generación ofendida. De la policía de la cultura a la policía del pensamiento’.

Con respecto a los autores locales, el público podrá participar de actividades junto a las multipremiadas Mariana Enriquez, Claudia Piñeiro, Gabriela Cabezón Cámara y Camila Sosa Villada; y las best sellers Florencia Canale y Florencia Bonelli, además de otros autores como Carlos Gamerro y Enzo Maqueira.

Otro protagonista de esta edición será el periodista chileno-argentino Cristian Alarcón, quien acaba de ganar el Premio Alfaguara de Novela con ‘El tercer paraíso’.

Durante la Feria también se recordará con diferentes actividades a tres autores ya fallecidos, ya que habrá una maratón de lectura de la obra de José Saramago; se conmemorarán los 40 años del Premio Nobel de Literatura obtenido por Gabriel García Márquez y se rendirá un homenaje a la española Almudena Grandes.

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