¿Tus hijos no quieren comer?

¿Estás cansada de que tus hijos no quieran comer? Anne Harguth, especialista en dietética del Sistema de Salud de Mayo Clinic conoce muy bien lo dificil que es preparar alimentos para niños.

Por ello, comparte estas sugerencias para que los niños prueben comidas nuevas, más sanas y hasta de apariencia extraña:

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1.       ¡No te rindas! Es importante que entiendas que los alimentos o platillos nuevos llevan tiempo. Los niños no siempre quieren probar un alimento nuevo desde el comienzo, en especial, si éste no tiene una apariencia agradable para ellos; así que continúa ofreciéndoselo porque puede requerir varios intentos hasta que al niño le guste la comida.

2.       Recuerda que una cantidad pequeña ofrece grandes ventajas. Ofrece al niño una porción pequeña de los alimentos sanos que le gustan. A medida que más diversa se torne su alimentación, más fácil será planificar las comidas. 

3.       Predica con el ejemplo. A un niño quisquilloso con la comida, preséntele a menudo alimentos nuevos y descríbale el sabor y la textura. Si el niño ve que disfrutas del nuevo tipo de comida, quizás decida que es seguro y delicioso probarlo. Los niños agradecen cuando les das información nueva sobre su alimentación.

4.       Intenta un solo alimento a la vez. Servir nuevos alimentos con la comida que a todos les gusta en casa puede ayudar, porque ofrecer muchos alimentos nuevos a la vez puede resultar atemorizante y desagradable.

5.       Elige el momento oportuno. Siempre vale la pena ofrecer un nuevo alimento al comienzo de la comida, en particular cuando todos están con hambre.

6.       Combina alimentos, en caso necesario. Algunos niños pueden gustar de los nuevos alimentos cuando se los mezcla con otros, por ejemplo, una ensalada o pasta. Mientras que otros niños pueden gustar un alimento nuevo si lo comen separado y, en ese caso, un plato con divisiones es lo mejor.

‘Lidiar con niños quisquillosos para comer puede parecer una batalla difícil y sin final, pero se vuelve más fácil con el tiempo’, explica Harguth. ‘Recuerda que no estás sola, pues casi todo padre ha lidiado con un niño quisquilloso para comer. La clave está en no darse por vencido y continuar ofreciéndole nuevos alimentos’.   

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