¿Realmente son seguras las vacunas?

Más de 20,000 artículos concluyen lo mismo referente a las vacunas

Los expertos recomiendan que los niños sean vacunados siempre de enfermedades prevenibles y mortales, sin excepción.

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Después de revisar más de 20,000 artículos científicos sobre la seguridad de las vacunas, se concluyó que es recomendable su uso.

Evidencia científica

La  evidencia científica sugiere que los efectos secundarios de las vacunas son extremadamente raros y sus beneficios son mayores.

En relación a la aparición de otras enfermedades o trastornos, se encontró lo siguiente:

No se le encontró ninguna relación a las vacunas con el aumento de niños con autismo.

Tampoco se vio relación alguna de las vacunas y la leucemia en niños en estudios recientes, ya que en algunos estudios previos se había sospechado una asociación.

Algunas investigaciones sí encontraron efectos adversos de las vacunas pero sólo en una pequeña parte de la población.

También encontraron evidencia de que la vacuna contra el meningococo podría producir anafilaxia, una alergia severa en todo el cuerpo, en los niños. Otros estudios encontraron que esta misma vacuna está relacionada a convulsiones.

Entonces, ¿son seguras las vacunas?

Como cualquier otro medicamento, las vacunas no siempre son 100% seguras. En algunas personas, las vacunas pueden provocar efectos secundarios, molestias e incomodidades. Sin embargo, esto no significa que no se deban usar, ya que las vacunas pueden traer muchos más beneficios. Ayudan a disminuir la incidencia de enfermedades y a erradicar enfermedades que antes eran mortales.

Ponte a pensar en una pastilla común: paracetamol, por ejemplo. Si tú lees lo que viene escrito en la caja probablemente encontrarás un apartado de “efectos secundarios” y seguramente la mayor parte de las veces nunca has sentido alguno de esos efectos, pero aún así es importante que los mencionen porque hay personas que sí los podrían presentar.

También por eso es importante que las vacunas y medicamentos te los administre siempre un médico que pueda darle seguimiento a tu situación en particular. Además de que si vas con alguien poco profesional, puede engañarte y realmente no darte el medicamento o vacuna que promete.

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