¿Te ha pasado que cuando más enamorada estás, más se aleja el hombre que amas? Que ya no tiene el mismo entusiasmo de siempre.
Voy a ser un poco directa, pero es necesario. Algunos consejos que te doy para que esto no suceda son los siguientes:
No te dejes llevar por tus inseguridades: Si tu pareja no te llama por unas horas, no le hagas preguntas, ni te enojes con él.
Ser continuamente negativa: No pongas sobre los hombros de tu pareja la sensación de necesidad de equilibrar aquello que parece ir mal en tu vida, generando desgaste y seguramente rompimiento, al final de cuentas.
Vas muy rápido: Es un error irse a la cama muy rápido y aceptar todas sus invitaciones, estando siempre disponible. Deja que él luche por ti, que te persiga. Si te atrapa muy fácil, se aburrirá de ti.
Habla oportunamente: Porque en algunos momentos pensamos que es mejor dejar que las cosas pasen y caigan en el olvido antes que armar una discusión “innecesaria” sobre algo que te molesta. ¡Error! Ningún conflicto queda sanamente irresuelto, y seguramente eso con lo que estás tan intranquila en este momento saldrá a la luz, y con más fuerza, en alguna discusión futura. Mejor hablar cuando es el momento de hacerlo.
Estar desesperada: Al principio de una relación, déjale en claro lo que quieres, pero no te esfuerces tanto en ser su novia. Si pasa bien, si no, él se lo perderá.
Hablas demasiado: Por muy hermosa que seas, sí eres de las que no para de hablar, los hombres se alejarán de ti, especialmente sí hablas de otras personas. Entre menos hables, más querrá saber de ti.
Guarda secretos: Y no me refiero a la fiesta sorpresa que llevas meses preparándole, por supuesto. Los secretos, cuando son descubiertos (y esto SIEMPRE pasa), hacen mucho más daño que la verdad dicha a tiempo, y es un daño usualmente irreparable.
Eres aburrida: Cuando tu pareja te llama y la conversación dura menos de cinco minutos, algo está mal. Investiga que le gusta. Los hombres se emocionan cuando una mujer habla de lo qué a ellos les gusta.
Eres extremadamente feminista: No trates de imitar a los hombres en todo. Muchas mujeres alejan a los hombres por que se comportan como ellos. Los hombres aman la feminidad en las mujeres.
Falta de afecto: Reduces los detalles con la pareja y no das ninguna demostración de interés. Se te olvidan los aniversarios o las fechas importantes.
Eres predecible en la cama: Siempre usas las mismas posiciones, no te atreves a experimentar cosas nuevas, tienes las luces apagadas todo el tiempo, eres demasiado recatada.
Sé capaz de disculparte: La lucha de egos tiene que dejarse por fuera de las relaciones, o nunca llegarán a ningún lado en medio de una batalla “yo V.S. tú”. Bajar la cabeza y ofrecer disculpas para enmendar una situación demuestra madurez y amor, contrario a lo que se cree.
Eres muy celosa y controladora: Actúa con inteligencia y detecta las situaciones que son realmente alarmantes. Deja pasar todo lo demás.
Crítica: Y nada de eso de “crítica constructiva”. Lo que se tienen que tener son diálogos tranquilos en los que se expongan puntos de vista y no críticas que pasen la responsabilidad completa de unos hombros a otros. La idea sí es realmente construir, pero criticar no es el camino, de seguro. No trates de cambiar a tu hombre por completo. Si él tiene o hace algo que no te gusta, poco a poco gana su confianza y sugiere un cambio de forma amistosa.
Eres monótona: No dejes que él siempre haga los planes. Si eres tú la que planea, rompe la rutina. Cambien los restaurantes y los cines por parques y museos, una obra de teatro o un concierto.