Nicaragua libera a 222 opositores presos y los deporta a Estados Unidos

El gobierno de Nicaragua liberó este jueves a 222 opositores a los que deportó vía aérea a Estados Unidos.

Lo confirmó el magistrado Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua, que leyó la sentencia pública.

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El magistrado anunció la «deportación inmediata y ya efectiva de 222 personas sentenciadas por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo; por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica».

«Los deportados fueron declarados traidores a la patria y sancionados por diferentes delitos graves e inhabilitados de forma perpetua para ejercer la función pública», dijo Rothschuh.

El vuelo salió de madrugada de la capital nicaragüense rumbo a Washington DC, según indicaron a los medios familiares de presos.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, confirmó la llegada.

«La liberación de estos individuos, uno de los cuales es ciudadano estadounidense, por parte del gobierno de Nicaragua, marca un paso constructivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en el país y abre la puerta a un mayor diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua sobre temas de interés», sostuvo Blinken en un comunicado.

Entre los liberados hay políticos y sacerdotes, indicó vía Twitter el exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos, Arturo McFields.

Según la lista de presos publicada por los medios locales, entre los liberados hay líderes políticos opositores como Cristiana Chamorro, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, el activista estudiantil LestherAlemán y la exguerrilera sandinista Dora María Téllez.

El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua cifra en 235 lo que los opositores consideran como presos políticos, que en su mayoría cumplían condena en distintos centros penitenciarios del país.

Entre ellos hay siete políticos opositores que trataron de presentarse como candidatos a las elecciones de noviembre de 2021 y que fueron encarcelados antes de que el presidente Daniel Ortega ganara los comicios en medio de graves acusaciones de fraude.

La agencia EFE reportó que, según fuentes cercanas, el obispo Rolando Álvarez, condenado a arresto domiciliario, fue incluido por las autoridades en la lista de prisioneros a enviar a Washington, pero no aceptó.

La crisis política y social que vive el país centroamericano desde la primavera de 2018 se agravó tras las polémicas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021.

En aquellos comicios, cuyos resultados fueron descalificados por gran parte de la comunidad internacional, Ortega fue reelegido para su quinto mandato y cuarto consecutivo.

Su esposa, Rosario Murillo, le acompañó como vicepresidenta por segundo término consecutivo, con los principales opositores del país en la cárcel o en el exilio.

Una decisión unilateral

El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la decisión del gobierno de Nicaragua fue «unilateral».

«Estados Unidos facilitó el transporte de estas personas una vez liberadas en Nicaragua y recibirán un permiso para permanecer en el país por dos años por razones humanitarias», explicó.

«Seguimos firmes en alentar pasos adicionales del gobierno de Nicaragua para restaurar las libertadas civiles y la democracia para el pueblo de Nicaragua», agregó el Departamento de Estado.

Y aunque la liberación fue una decisión sin consultas del gobierno de Ortega, en otro comunicado de prensa el secretario Blinken resaltó las conversaciones de ambos países para la entrada a EE.UU. de los opositores.

«El acontecimiento de hoy es producto de la diplomacia concertada estadounidense, y seguiremos apoyando al pueblo de Nicaragua», señaló el más alto diplomático estadounidense.

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que fue vicepresidente del primer gobierno de Ortega (1985-90) y ahora es opositor, celebró los hechos.

«Hoy es un gran día para la lucha por la libertad de Nicaragua al salir de las cárceles tantos prisioneros injustamente condenados o procesados, cárceles en las que nunca deberían haber estado. Van al destierro, pero van hacia la libertad», escribió en twitter Ramírez, que ahora vive en España.

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