Los daños a la salud que puede causar la Coca-Cola Cherry, cereza

El Poder del Consumidor alertó sobre el consumo de este producto, el cual es importado, carece de etiquetado y contiene, por lata, 8.5 cucharadas de azúcares añadidos

 

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El Poder del Consumidor develó los riesgos a la salud que provoca el consumo habitual de la bebida Coca-Cola Cherry, sabor cereza.

A decir de la organización, el refresco contiene, por cada 100 mililitros (ml), 12 gramos de azúcares, lo que equivale a 2 cucharadas cafeteras. En total, una lata contiene 8 cucharadas y media de azúcar.

Una lata de Cherry de 355 ml cubre con el 168% y con el 210%, para adultos y niños, respectivamente, del límite máximo tolerable de azúcares añadidos que se pueden consumir en un día, según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Lo anterior significa un inminente riesgo de aumento de peso para quien consume el producto, además de la presencia de síndrome metabólico, caracterizado por la elevación de glucosa, triglicéridos, colesterol y resistencia a la insulina.

 

Entre los ingredientes que conforman la bebida se encuentra el jarabe de maíz de alta fructosa, cuyo consumo puede contribuir al desarrollo de síndrome metabólico.

El síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones metabólicas que incluyen obesidad, aumento en los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa, así como de hipertensión arterial.

Lo anterior es un factor importante de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes.

De la misma manera, contiene, como colorante, caramelo clase IV, el cual se obtiene calentando azúcares a menudo acompañados de amonio o ciertos ácidos.

Sin embargo, diversos estudios han vinculado su uso a efectos carcinógenos. A pesar de que ha sido señalado por organismos internacionales por su gran toxicidad, sigue siendo utilizado para la elaboración de alimentos y bebidas.

Por otra parte, aunque es un producto alto en azúcar, en la lata de la Coca-Cola Cherry, cereza, no se especifica que utiliza azúcares añadidos, en un nivel mayor al permitido por la OMS.

Tampoco se muestran leyendas precautorias que indiquen que “el producto contenido jarabe de maíz de alta fructosa”, “con colorante caramelo IV” ni “contiene cafeína”, lo cual no cumple con la NOM-051 mexicana.

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