La desesperada razón por la que Corea del Sur perdonó al «príncipe» de Samsung por soborno y malversación

El heredero de Samsung, Lee Jae-yong, condenado por soborno y malversación de fondos en 2017, recibió en Corea del Sur un indulto presidencial especial.

Lee, uno de los delincuentes de guante blanco más poderosos del país, fue encarcelado dos veces por sobornar a un expresidente.

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El gobierno de Corea del Sur justificó el perdóndiciendo que se necesita al líder de facto de la compañía más grande del país para encabezar la recuperación económica después de la pandemia.

Esto marca otro giro en una lucha sobre cómo se dirige el país, que se ha desatado desde que las protestas masivas se apoderaron de Seúl hace seis años y derrocaron a un presidente de su cargo.

Los crímenes de Lee estuvieron directamente relacionados con el escándalo de corrupción que condujo al encarcelamiento de la expresidenta Park Geun-Hye, en el cargo de 2013 a 2017.

El «Príncipe heredero de Samsung», como lo apodaron los manifestantes, pagó US$8 millones en sobornos a la presidenta Park y a su socio.

Con el pago quería asegurarse el apoyo a una fusión a la que se oponían los accionistas y que tenía como objetivo reforzar el control que tiene el imperio de su familia.

Cuando se reveló, millones de surcoreanos participaron en protestas a la luz de las velas todos los fines de semana del invierno de 2016/2017, exigiendo el fin del gobierno de Park y reclamando la separación entre el mundo de la política y el de los negocios.

El parlamento de Corea abrió un procedimiento de «impeachment» a Park y fue sentenciada a 25 años de cárcel en 2017.

Lee, también conocido como Jay Y Lee en Occidente, fue encarcelado un año después por delitos que incluían malversación de fondos de la compañía para comprar un caballo por US$800.000 para la hija de un amigo de la presidenta.

Un nuevo presidente, Moon Jae-in, asumió entonces el cargo con el mandato de poner las cosas en orden.

Pero no logró avanzar mucho.

En sus últimos días al frente del país, concedió un indulto a su antecesora.

Ahora, ocho meses después, bajo otro nuevo presidente, el jefe de Samsung también recibió la misma clemencia.

Para quienes han estado luchando contra la corrupción, este es un golpe desalentador.

«Es un revés. Y significa que Corea retrocede a la época anterior a las manifestaciones a la luz de las velas», dijo Sangin Park, profesor de economía y política industrial en la Universidad Nacional de Seúl.

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