El prestigioso cineasta, fallecido este martes a los 91 años, recurrió a esta práctica autorizada en Suiza
El cineasta franco-suizo Jean-Luc Godard, uno de los padres de la Nouvelle Vague, que falleció el martes a los 91 años, recurrió al suicidio asistido.
”Jean-Luc Godard recurrió a la asistencia legal en Suiza para una muerte voluntaria, a raíz de múltiples patologías invalidantes según los términos del informe médico”, explicó Patrick Jeanneret, confirmando una información publicada por el diario francés Libération.
Su esposa Anne-Marie Miéville confirmó su muerte al final de la mañana explicando que había “muerto en paz en su casa rodeado de sus seres queridos”, en Rolle, a orillas del lago de Ginebra. “No estaba enfermo, simplemente estaba agotado”, precisó una persona cercana a la familia al citado medio.
En Suiza está permitido el suicidio asistido.
“Muchas veces le pregunto a mi médico, a mi abogado: ‘Si te vengo a pedir barbitúricos, […] morfina, ¿me das?’ Todavía no he tenido ninguna respuesta favorable”, dijo el cineasta en 2014.
Su filmografía incluye 131 títulos como director (buena parte de ellos cortos y documentales) entre 1955 y 2018, en una larga y brillante carrera cinematográfica que incluye 76 nominaciones a premios, con 51 galardones.
Godard, nacido en París en diciembre de 1930, comenzó en el mundo del cine como crítico en la década de 1950 en varias revistas especializadas. Fue uno de los directores más provocadores del mundo en Europa, comenzando en 1960 con su ópera prima “Sin aliento”.
En paralelo, empezó a rodar algunas películas cortas, en las que tuvo como colaboradores a otros jóvenes como Éric Rohmer o François Truffaut, que iban a crear lo que se conocería como la Nouvelle Vague.
Pero fue “À bout de souffle” (“Al final de la escapada” en español) en 1959, con Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo como protagonistas, la película que le lanzó a la fama para convertirse en una de las obras fundadoras de este movimiento.
A partir de entonces alternó éxitos y fracasos de taquilla, aunque siempre fue muy respetado por los críticos y sus actores, y muy frecuente en las candidaturas a premios cinematográficos. Desde mediados de los 60 se adentró en un cine muy político y experimental.
Sus películas lanzaron al estrellato a Jean-Paul Belmondo, y su controvertida obra navideña “Je vous salue, Marie” (“Yo te saludo, María”) acaparó titulares cuando fue criticada por el papa Juan Pablo II en 1985.
Durante unos años también se centró en los documentales hasta que volvió al cine comercial con “Prénom, Carmen”, en 1983.
Sus últimas obras fueron dos cortometrajes y un documental, “The Image Book”, todas de 2018.
Entre los premios que recibió destacan un Oscar honorario, una Palma de Oro especial y dos César de honor franceses, galardones que rindieron homenaje a una carrera muy especial.
Godard trabajó con los mejores actores de la época, como Belmondo, Alain Delon, Eddie Constantine, Jean-Pierre Léaud o Anna Karina, su musa durante la primera mitad de los años 60 y con la que estuvo casado durante algunos años.