Fórmula perfecta para ser dueña de tu tiempo

Tips para administrar y disfrutar de tu tiempo

Ya sea en el trabajo, la escuela, la familia o en pareja, al crecer, te das cuenta que una de las claves máximas que te servirán de por vida, es tener control de tus ideas y tu tiempo; a nadie le gusta llevar una vida llenas prisas, por eso aquí te compartimos la fórmula perfecta para empezar el día al máximo y cerrarlo mucho mejor.

Publicidad

1. Respeta tus horas personales, eres tú quien decide qué hacer en el día y eres quien decide cuántas son las horas de trabajo, y cuáles son las horas destinadas para ti y las cosas importantes de tu vida personal. Aunque afuera se esté cayendo el cielo y todo parezca estar a punto de incendiarse, date tiempo para arreglarte, comer a tus horas y sonreír frente al espejo.

2. Sacúdete las malas vibras y llénate con pensamientos positivos, para ti y para la gente con la que vas a convivir; respira profundo antes de tomar cualquier decisión y tómate el tiempo de pensar dos veces tus respuestas y acciones antes de externarlas.

3. Mantén siempre la seguridad en ti misma. Tus ideas son únicas y si hay gente que no lo ve, no es algo que deba preocuparte. No te olvides que llegaste hasta donde estás porque #EresFuerte. Si te hace falta inspiración, fíjate en las mujeres que te rodean, pueden ser familia o amigas, pero seguro hallarás algo en ellas que admiras y te motiva, y repítete: #SoyFuerte.

4. Busca alianzas. Dos cabezas piensan mejor que una, claramente, ¿y qué tal si dos trabajan en conjunto para lograr lo mismo? ¡Que se agarre el mundo! Allá afuera hay otra mujer decidida como tú y juntas serán dinamita. Verás el grito unísono de #SoyFuerte, se vuelve cada vez más poderoso.

El tiempo es el mismo para todos, la clave está en saber administrarlo y encontrar el equilibrio entre las actividades laborales y personales, aquellas que te hacen sentir plena y  satisfecha, tú #EresFuerte y  con Special K® podrás nutrir tu fuerza y derribar cualquier muralla que se te atraviese.

Publicidad