El capo afronta en la corte de Texas cargos por los delitos de asociación delictiva, contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero
Un juez decidirá el próximo 26 de septiembre si acepta o niega dos amparos que existen para frenar la extradición del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán a Estados Unidos, informó su abogado Andrés Granados.
Explicó que la mañana del lunes 26 de septiembre un mismo juez realizará dos audiencias para abordar los amparos contra el proceso de extradición del líder del cártel de Sinaloa para que este sea juzgado por delitos en una corte de Texas y otra de California.
“Son dos amparos interpuestos en el Juzgado Décimo Tercero de Distrito en Materia de Amparo de la Ciudad de México”, recordó el letrado.
Si el juez rechaza estos amparos, ello implicaría la extradición del líder del cártel de Sinaloa, pero la defensa tiene diez días para interponer un nuevo amparo ante un tribunal colegiado.
Ante este nuevo tribunal, la revisión del caso tardaría “entre tres y seis meses” porque deberán “ir hasta el fondo” del asunto.
Granados confió en que el Gobierno federal, al que acusó de actuar “arbitrariamente” contra “El Chapo” cuando lo trasladaron de penal hace unos meses, actúe “conforme a derecho” y deje que el proceso judicial de Guzmán siga su trayectoria.
El capo afronta en la corte de Texas cargos por los delitos de asociación delictiva, contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero.
En tanto, en la corte de California es acusado de asociación para importar y poseer con la intención de distribuir cocaína.
El abogado dijo que el narcotraficante sigue “aislado” en el penal de Ciudad Juárez, Chihuahua, al que fue trasladado en mayo pasado desde la prisión del Altiplano, en el central Estado de México.
“Se siente deprimido, cansado, desgastado y mal de salud”, afirmó Granados, quien lo vio el pasado viernes y el anterior.
Sobre el secuestro -y posterior liberación- de uno de los hijos de Guzmán en agosto en un lujoso restaurante del balneario de Puerto Vallarta, en el occidental estado de Jalisco, dijo no tener “conocimiento” del suceso por boca del capo, quien en ninguno de sus encuentros le ha hablado del tema.