El comediante estadounidense llegó a la ciudad de México para hacer un programa especial, con el objetivo de «reparar las relaciones entre ambos países»
La provocación de Conan O’Brien ha saltado el muro. Uno de los símbolos de la televisión estadounidense ha aterrizado en México para hacer un programa especial desde la capital. El objetivo: «reparar las relaciones entre ambos países». Entre sus invitados estará el actor Diego Luna y el expresidente mexicano Vicente Fox, los dos muy críticos con las políticas del nuevo mandatario del norte. «Si mi visita enoja a ciertas personas en el Gobierno es posible que no me dejen regresar», ha advertido en tono burlesco O’Brien a su llegada al aeropuerto mexicano. Y añade: «¿Alguien tiene un lugar para dormir los próximos cuatro años?
Dentro de un show especial al que ha llamado Conan Without Borders: Made in México, el presentador grabará su programa el próximo 1 de marzo desde unos estudios en la capital. Ha invitado a dos de los personajes más aguerridos contra los ataques de Trump. Fox ha repetido tanto «estúpido muro» en Twitter que sus palabras se volvieron tendencia durante días y Luna le ha prometido presentarle algún que otro «bad hombre», en referencia a la expresión que usa el nuevo mandatario para señalar a los mexicanos como «criminales».
No es la primera vez que O’Brien cruza las fronteras para hacer su programa. Pero sí es la primera que viene a México, en medio de una de las crisis diplomáticas más complicadas de su historia. Ha hecho un llamamiento a los creativos y caricaturistas de México para que participen en el show, que se realizará con parte de la producción local. El conductor del late night ya había marcado un hito al grabar en 2015 su programa en La Habana y convertirse en la primera producción estadounidense en Cuba en más de medio siglo.
Antes de venir a México, ha pedido abiertamente a sus seguidores mexicanos que le recomienden sitios para conocer y «auténtica comida mexicana». Como una manera de caldear el ambiente, ya suficientemente prendido, lleva semanas mirando al país vecino y comentando la manera en la que reacciona a los embistes de Trump.
Al llegar al aeropuerto de Ciudad de México ha pronunciado un mensaje en español y ha anticipado que se dará una vuelta para conocer la capital y sus «ciudadanos increíbles». Para despedirse, ha levantado el puño y ha exclamado: «¡Viva México!».