La industria armamentista de Estados Unidos realiza su mayor reunión anual a pocos kilómetros del lugar donde un tirador mató a 58 espectadores de un concierto en octubre pasado
La industria armamentista de Estados Unidos realiza su mayor feria anual a pocos kilómetros del lugar donde un tirador mató a 58 espectadores de un concierto frente a su cuatro de hotel en Las Vegasen octubre.
Qué habrá precisamente entre los miles de productos amontonados en los espacios de exhibición en la convención SHOT de la Fundación Nacional de Deportes con Armas de Fuego, abierta hasta el viernes, será un tanto misterioso, ya que ni el público en general ni la prensa de interés general tendrán acceso.
Sí se sabe que Slide Fire, el principal fabricante de los “bump stocks” o automatizadores de disparos, un producto otrora ignoto que atrajo gran atención tras la masacre más grande por un tirador solitario de la historia reciente de Estados Unidos, no estará entre los expositores.
La empresa con sede en Texas no ha dicho por qué no estará entre los más de mil 700 expositores, aunque sí lo estuvo el año pasado.
Tampoco está en la lista de los que asisten a la reunión anual de la National Rifle Association u otras exposiciones armamentistas prestigiosas.
Tras la masacre del 1 de octubre en Las Vegas, Slide Fire tuvo tantos problemas para satisfacer la demanda que dejó de aceptar pedidos por un tiempo; ahora los reanudó.
“Desde el punto de vista de las relaciones públicas, no me sorprendería que los ‘bump stocks’ de alguna desaparecieran este año”, dijo Robert Spitzer, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Nueva York y especialista en armas y la Segunda Enmienda constitucional, que autoriza la posesión de armas.
“Es algo que va de suyo desde el punto de las relaciones públicas”.
Con todo, habrá abundancia de artefactos que los partidarios del control de armas quieren ver desaparecer: accesorios que facilitan portar un arma, dispararla o reducir el ruido.
La lista de productos a los que se oponen incluye los “trigger cranks”, que facilitan disparar rápidamente un arma larga, y las “pistolas de asalto”, notablemente parecidas a los fusiles tipo AR- y AK-, pero que esquivan ciertas restricciones federales porque no están diseñadas para dispararlas desde el hombro.
“Para una persona del público en general, creo que lo que más la alarmaría en la exposición SHOT… es la amplitud, la magnitud de esta exposición”, señaló David Chipman, exagente del organismo federal que regula las armas de fuego y ahora asesor de la organización fundada por la exlegisladora Gabby Giffords, quien resultó gravemente herida en un tiroteo en 2012.
La exposición SHOT se realiza desde hace 40 años, la mitad de las veces en Las Vegas y la de este año estaba prevista desde mucho antes de la matanza de octubre.
En sus 20 kilómetros de pasillos se exhibirán productos de mil 700 empresas; se espera más de 65 mil asistentes a la exposición, en la que se hacen contactos y conciertan transacciones por millones de dólares.
El público en general no puede recorrer los pasillos, sólo pueden hacerlo los que tienen vínculos directos con el sector: fabricantes y vendedores de armas y productos afines.
En cuanto a la prensa, únicamente podrán asistir unos 2 mil 500 periodistas de medios especializados.
La ubicación de la exposición tres meses y medio después del ataque perpetrado por Stephen Paddock generó mayor conciencia del evento.
En la exposición no se permiten ventas, las armas exhibidas no tienen percutor y no hay munición de guerra en el lugar.