El Departamento de Seguridad Nacional reemplazará las actuales barreras para disuadir e impedir los cruces ilegales
El gobierno estadunidense anunció este lunes que se dispone a reemplazar en Nuevo México las actuales barreras para vehículos en un tramo de la frontera con México al que las autoridades describen como “una zona de alta incidencia de cruces ilegales”.
La zona se extiende unos 32 kilómetros al oeste del Paso Fronterizo Santa Teresa, de acuerdo con un aviso publicado en el diario oficial Federal Register.
Según el aviso, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) reemplazará las actuales barreras con bolardos para disuadir e impedir los cruces ilegales.
Esas murallas consisten en postes colocados en forma vertical y a cierta distancia unos de otros para facilitar la visibilidad hacia el otro lado, pero dificultar el paso de las personas entre ellos.
“Existe actualmente la necesidad de construir barreras físicas y caminos cerca de la frontera en la parte de Estados Unidos para disuadir los cruces ilegales en la zona del proyecto”, afirmó en el aviso la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
Las autoridades dijeron que en 2016 la Patrulla Fronteriza en el sector arrestó a más de 25 mil personas que habían ingresado en el país en forma ilegal y decomisó poco más de 30 toneladas de mariguana.
Santa Teresa, una próspera localidad industrial fronteriza de Nuevo México, se encuentra al oeste de El Paso, Texas.
Es la tercera ocasión durante el gobierno de Donald Trump que el DHS emite dispensas a leyes ambientales a fin de instalar barreras fronterizas. En septiembre, el gobierno emitió dispensas para revisiones en una franja de 4.8 kilómetros en Calexico, California.
El gobierno del presidente George W. Bush emitió en 2008 cinco dispensas.
Brian Segee, abogado del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que las autoridades federales emitieron dispensas para más de 30 leyes ambientales a fin de agilizar la instalación de los bolardos en la zona propuesta en Santa Teresa.
“El gobierno de Trump no se detiene frente a nada para seguir con destructivo muro fronterizo”, afirmó.
“El divisivo muro fronterizo de Trump es un desastre humanitario y ambiental, y no servirá para frenar el tráfico de drogas ilícitas o de personas”.
El Centro para la Diversidad Biológica señaló que considera impugnar las dispensas en tribunales.
El gobierno insiste en que la financiación del nuevo muro sea parte de un acuerdo para una reforma al sistema de inmigración, pero el presidente Trump no ha planteado con claridad la longitud ni el diseño de la valla.
El gobierno solicitó mil 600 millones de dólares para este año a fin de construir o reemplazar 118 kilómetros de barreras en el Valle del Rio Grande en Texas y San Diego, y tiene previsto pedir otros mil 600 millones para el año entrante.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) propuso que se canalicen 18 mil millones de dólares durante 10 años para ampliar las barreras y abarcar casi la mitad de la frontera.
México ha rechazado categóricamente la exigencia de Trump de que pague la construcción del muro fronterizo.