Así se protegen los millonarios del coronavirus

Los expertos reconocen que el nuevo coronavirus no conoce fronteras nacionales ni sociales. Pero eso no significa que las fronteras sociales no existan.

«En camino a París”, escribió Gwyneth Paltrow en Instagram la semana pasada, debajo de una imagen suya en un aeroplano con destino a la Semana de la Moda de París y usando un tapabocas negro. “Ya salí en esta película”, agregó, refiriéndose a su papel en el thriller sobre una pandemia Contagion (2011). “Cuídense”.

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Paltrow no posó con un tapabocas cualquiera. La fundadora de Goop, actriz e influencer, optó por un “tapabocas urbano” elegante de una compañía sueca llamada Airinum, el cual cuenta con cinco capas de filtración y un “acabado ultrasuave e ideal para el contacto con la piel”.

Con un precio de 69 a 99 dólares, el cubrebocas Airinum, que ha estado viéndose entre los expertos en estilo de Instagram, está agotado en su sitio web hasta abril.

También está Cambridge Mask Co., una compañía británica que usa lo que llama “capas de filtrado de partículas y carbono de grado militar”, que ha visto cómo la demanda de sus tapabocas de 30 dólares aumenta de veinte a treinta veces respecto de los niveles normales, dijo Christopher Dobbing, su fundador.

Los ricos no están reparando en gastos para minimizar su experiencia con el coronavirus.

¿Por qué gastar 3.79 dólares en una botella de gel antibacterial en Target cuando Byredo, una marca europea de lujo, fabrica lo que llama “antibacterial para manos sin enjuague” con aromas florales de pera y bergamota por 35 dólares (aunque ese producto también está agotado)?

JETS Y YATES

Para algunas aerolíneas privadas, el temor equivale a oportunidades. Southern Jet, una compañía de alquiler de aviones en Boca Raton, Florida, hace poco envió a ciertos clientes un correo electrónico publicitario de prueba con la frase: “Evite el coronavirus con un vuelo privado… ¡Solicite una cotización hoy!”.

La compañía vio un aumento en las solicitudes de vuelo (que pueden costar cerca de 20 mil dólares por un viaje en un avión mediano de Florida a Nueva York), pero también un par de respuestas que tacharon la campaña de “repugnante” y “de mal gusto”, comentó Eric Sánchez, director de Ventas de la compañía.

No estábamos tratando de incitar miedo con ese correo electrónico. Simplemente, queríamos mostrar que el coronavirus quizá sea una amenaza grave para los ciudadanos, y nos alegra ofrecer un servicio que posiblemente proporciona seguridad adicional”.

Otros viajeros adinerados que estaban planeando vacaciones en países afectados, como Italia, están optando por el aislamiento marítimo de los yates, para descansar bajo el sol del Mediterráneo, lejos de las costas infectadas.

Jennifer Saia, presidenta de B&B Yacht Charter en Newport R.I., dijo que un cliente, un ejecutivo de telecomunicaciones ya retirado, había reservado una villa para su familia en Florencia, Italia para abril, pero que ahora mejor había optado por alquilar un yate.

MÉDICOS BOUTIQUE

Los adinerados que desean tener acceso a médicos las 24 horas del día, tener citas urgentes con especialistas y comodidades hospitalarias exclusivas están recurriendo a los servicios médicos boutique.

Un proveedor neoyorquino, Sollis Health, ofrece membresías familiares por casi ocho mil dólares al año, con centros —básicamente, salas de urgencias VIP— en el Upper East Side de Manhattan, Tribeca y, durante el verano, servicio a domicilio en los Hamptons.

SIN MIEDO

Pero para aquellos que realmente quieren refugiarse a medida que aumentan las infecciones globales, un búnker casero representa el máximo lujo.

Una heredera de Southhampton, N.Y., del cual se omite el nombre, se hizo construir una habitación de aislamiento médico con todo y sistema de ventilación.

La palabra “habitación” apenas le hace justicia. Está equipada con un sistema de presión negativa para restringir la circulación de patógenos y básicamente es un ala de huéspedes que consiste de un cuarto y una cocina con hidratación intravenosa, medicinas, artículos de laboratorio, guantes, mascarillas, oxígeno y comida, así como platos y ropa de cama.

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