Protestas en ciudades como Washington, Boston, Nueva York y Los Ángeles, buscan hacer una afrenta a las políticas migratorias del presidente Donald Trump
Decenas de restaurantes, bares y otros negocios en ciudades de todo Estados Unidos cerraron sus puertas el jueves para demostrar su respaldo a “Un Día Sin Inmigrantes”, una paralización como protesta contra las políticas del presidente Donald Trump.
Activistas llamaron a los inmigrantes a no ir a trabajar, a evitar salir de compras y no comer fuera de casa y a no asistir a clases, en un esfuerzo por resaltar el papel vital que cumplen en la sociedad estadunidense.
Grupos de derechos de los inmigrantes manifestaron su preocupación después de allanamientos federales la semana pasada en que fueron arrestadas más de 680 personas que se encuentran en el país en forma ilegal.
Muchos restaurantes, que a menudo dependen fuertemente de personal compuesto por inmigrantes, cerraron durante el día en ciudades como Washington, D.C., Nueva York y Chicago.
En Nueva York, los dueños de los populares restaurantes Blue Ribbon dijeron que cerrarían varios locales, pese al impacto económico.
“Realmente es para mostrar apoyo a nuestro personal y como equipo y familia”, comentó Eric Bromberg, uno de los propietarios.
Otras ciudades como Las Vegas, Oklahoma, Chicago, los estados Nuevo México, Texas, Carolina del Norte, Michigan y Nueva Jersey se unieron a esta dinámica que unió a los ciudadanos en Estados Unidos.