Las arrugas son uno de los problemas estéticos que más nos preocupan, porque sabemos que nadie puede escapar de los efectos que tiene el paso del tiempo en nuestra piel.
Sin embargo, existen algunas medidas que ayudan a prevenir su aparición prematura y a mantener una piel joven por más tiempo.
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- Alcohol. Personas que beben presentan un deterioro agregado de 2 años en las habilidades mentales y 6 años para la memoria.
- Cuidar la piel del rostro. Aunque la aparición de las arrugas no puede frenarse de forma total, sí es cierto que aquellas mujeres que cuidan su piel desde edades tempranas tienen menos arrugas y líneas de expresión en el rostro. Por ello, llevar a cabo una limpieza facial diaria tanto por la mañana como por la noche es fundamental para lucir un cutis radiante y evitar las arrugas prematuras. Lo mejor es utilizar jabones y productos neutros para limpiar la piel, elegir una crema hidratante para tu tipo de piel y usar una buena crema antiedad a partir de los 25 años, que nos ayudará a evitar las arrugas.
- Sedentarismo. Cuando practicas menos de 200 minutos a la semana de actividad física te provoca una aceleración del deterioro corporal y de la piel.
- Cuidar la alimentación. Como ya sabemos, lo que comemos tiene una gran influencia en el aspecto de nuestra piel, haciendo que a la larga luzca más o menos envejecida. Hay algunos alimentos que son especialmente buenos para la piel y para evitar el envejecimiento prematuro. Incluye en tu dieta alimentos ricos en vitamina C, encargados de favorecer la producción de colágeno y elastina, y alimentos antioxidantes como tomates, espinacas, brócoli, uvas, paltas, cítricos, entre otros.
- Insomnio. El no dormir se vincula con un envejecimiento prematuro de la piel y se convierte en otro de los hábitos que provocan arrugas, dado que mientras se duerme se libera una hormona que estimula la producción y renovación de colágeno, especialmente en la piel del rostro.
- Beber mucha agua. Tomar 2 litros de agua diarios es esencial para el buen funcionamiento del organismo y para el aspecto de la piel. Beber abundante agua es la mejor medida para evitar las arrugas, ya que favorece una correcta eliminación de las toxinas y la piel se mantiene bien hidratada en todo momento, prolongando su vitalidad y luminosidad.
- Evitar los cambios bruscos de peso. Adelgazar y engordar de forma constante y rápida tiene múltiples efectos negativos en la piel, se produce lo que conocemos como ‘efecto yo-yo’. Estos cambios de peso hacen que la piel se estire y se encoja con tanta rapidez que va perdiendo su elasticidad natural, provocando la aparición de arrugas prematuras.
- Exceso de sol. Si te expones muy constante a los rayos del sol las líneas de expresión se acentuarán, además de que el engrosamiento de la dermis, arrugas y cáncer de piel son algunas de las consecuencias negativas. Protege la piel con cremas solares que tengan un factor de protección bastante elevado.
- Fumar. Este hábito envejece la piel y la vuelve más quebradiza, áspera e inflexible. El hábito de fumar se asocia con que te veas 5 años mayor. Las personas fumadoras, con el paso del tiempo, presentan una piel más apagada y arrugada que las que no lo son. Dejar este mal hábito es esencial para evitar las arrugas en el rostro.
- Estrés. Más vale que te tranquilices porque el estrés está relacionado con la aparición de arrugas, marcas, líneas de expresión, canas y caída del cabello.
- No desayunar. Este es un grave error que cometen muchas personas. Es muy conocido aquello de que el desayuno es la comida más importante del día y es verdad.
- Rencores. Las personas rencorosas presentan un incremento en la actividad de los sistemas nerviosos, lo cual redunda en la calidad del sueño y por lo tanto en cómo te ves físicamente.
- Comer dulces. Una alimentación en la que haya un consumo excesivo de dulces no solamente se vincula con el sobrepeso, sino además con mayor riesgo de diabetes y problemas en la piel como ser arrugas y acné.
- Escuchar música muy alto. El último de los hábitos que provocan arrugas aunque no lo creas es el de escuchar música a un volumen demasiado alto y especialmente con audífonos puede disminuir la audición y sus consecuencias en la piel.