‘Zotoluco’ se retira: “Ignoro a lo que me dedicaré”

Eulalio López pondrá fin a su carrera de torero, tras tomar la alternativa en 1986 y confirmar en 1989

Eulalio López “Zotoluco”, se despide esta tarde de los ruedos, en la Monumental México. Alterna con Enrique Ponce en la primera de dos corridas que la empresa Toro Plaza México ha preparado para festejar el 71 aniversario del coso de Insurgentes. Admira a su alternante, aunque recalca “no por eso voy a dejar ganarme la pelea”.

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El diestro nació en la delegación Azcapotzalco de la Ciudad de México el 12 de enero de 1968. En entrevista

“Fue difícil porque vengo de una familia de abajo. Gracias al apoyo de mis padres fue todo esto posible”.

Sus padres trabajaban en el campo, en Tlaxcala. En México, su madre se dedicaba al hogar y su padre puso tortillerías. Ellos son sus ídolos.

El matador tomó la alternativa en 1986. La confirmó en la México tres años después. “Ese día no me cambiaba por nadie porque estaba cumpliendo uno de mis primeros objetivos”.

Para él, valieron la pena todas las lágrimas, sudor y sufrimiento que tuvo que derramar para llegar a ser la figura que es hoy en día.

En Las Ventas de Madrid se presentó en 1997. En 2000 se encerró con seis toros de la ganadería de Miura. Varias veces ha lidiado ejemplares de la famosa ganadería. “Con salir por mi propio pie [de esas actuaciones] ya era un triunfo”.

El espada afirma no ser supersticioso. Es católico y, siempre que torea en la plaza de la Nochebuena, acude a la Basílica de Guadalupe.

En su tiempo libre, juega al golf, aunque, según él, sea malo. Le gusta estar con su familia, acompañar a sus hijos, a sus actividades.

Además del golf, le gusta la natación, el tenis, frontenis, squash y el futbol. Le va a las Chivas.

Su película favorita es La vida es bella. En cuanto a libros, lee todo lo relacionado con los toros.

El balance de su carrera lo dice rápido: 30 años de matador, tres de novillero, mil 128 corridas, solamente cuatro cornadas, 30 toros indultados, 20 alternativas. “Me voy feliz”. Está seguro de que la fiesta brava tiene futuro por los toreros jóvenes y las ganaderías excelentes.

No sabe todavía a que se va a dedicar después de esta tarde. “El domingo me sentaré a pensarlo”

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