El «Popo» está ubicado a 65 kilómetros al sureste de la Ciudad de México y entre los estados Puebla, Morelos y el Estado de México
El país parece no encontrar respiro. Luego del sismo de 7,1 grados en la escala de Richter, el mismo que provocó una serie de réplicas y que redujo a escombros gran parte del centro del país, México enfrenta la amenaza del volcán Popocatépetl, que ayer arrojó rocas incandescentes y ceniza en pueblos cercanos.
El «Popo» está ubicado a 65 kilómetros al sureste de la Ciudad de México y entre los estados Puebla, Morelos y el Estado de México , cerca del epicentro del devastador sismo que provocó al menos 337 fallecidos y millonarios daños.
El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Carlos Valdés, dijo que la actividad intensa del volcán de 5400 metros de altura ya había cesado tras el evento de la madrugada, que duró casi cinco horas, y que generó una fumarola de dos kilómetros de altura con un importante contenido de ceniza.
«No hay mayor riesgo, nada más que en ocasiones se queda el volcán generando todavía algo de ceniza y entonces es un proceso en donde literalmente ya terminó y no esperaríamos que continúe», dijo en una entrevista telefónica.
La leve lluvia de ceniza cayó en las poblaciones de Ecatzingo y Atlautla, en el Estado de México, y en otras del estado Morelos, muchos de ellos con grandes daños tras el terremoto.
De acuerdo con el especialista, la actividad del volcán está relacionada con el terremoto, que puede haber acelerado el proceso normal de construcción y destrucción del domo que se viene dando regularmente desde que el volcán retomó actividad hace 23 años.
«No es el sismo que lo causa, simplemente detona que se haya llevado a cabo este proceso más pronto», dijo.
Mientras tanto, en otras zonas de la capital iban menguando las actividades de búsqueda de sobrevivientes atrapados en los escombros de los edificios destruidos por el sismo, el más mortífero en 32 años, y muchos ya solo se conformaban por recuperar los cuerpos de sus familiares.
Unos cuarenta edificios colapsaron por el terremoto de la semana pasada y unos 500 tienen daños severos.