Por las condiciones de pobreza en las que viven, los padres decidieron encerrarlo en una jaula al no poder ingresarlo en un centro de salud
Un adolescente indígena argentino fue ingresado en un hospital de la capital de la provincia de Salta, después de que se conociera que sus padres lo mantenían encerrado en una jaula para evitar que se escapara por los problemas metales que sufre desde niño.
La noticia comenzó a circular gracias a las imágenes que publicó en su perfil de Facebook el periodista Brian Salazar, en las que se podía apreciar a Álvaro, de 14 años, encerrado en una jaula de madera y con las que pretendía mostrar las condiciones de abandono en las que viven las comunidades indígenas del lugar.
Según contó Salazar, el menor pertenece a una comunidad indígena de etnia wichí que vive en condiciones de extrema pobreza en la localidad salteña de Alto la Tierra, olvidada por el Estado provincial desde hace décadas, denuncia.
«Lo tenían dentro de la jaula para cuidarlo porque cuando está suelto se les escapa, cuesta encontrarlo y con el calor que hace aquí, que llegamos a 50 grados, es peligroso que camine 15 o 20 kilómetros suelto», explicó el periodista.
Salazar relató además que el joven, que no habla y vive aislado del resto de la sociedad, fue operado de la cabeza a los tres años y sufre desde los cinco fuertes dolores de cabeza que lo hacen gritar, así como graves problemas mentales.
Por las condiciones de pobreza en las que viven sus padres nunca pudieron viajar hasta la ciudad más cercana para ingresarlo en un centro de salud y hacerle chequeos médicos, por lo que se vieron forzados a encerrarlo en la jaula de madera para evitar que se escapara.
«Acá las comunidades originarias están muy olvidadas. Dios quiera que se solucione todo esto y le puedan construir una vivienda digna», pide el periodista, quien afirma que el Gobierno provincial se comprometió a construir un cercado perimetral a la vivienda de la familia para evitar que se escape.
No obstante, tanto Salazar como los padres del joven piden que se le construya una vivienda grande con garantías mínimas para su salud.
Ahora, el menor se encuentra en un hospital de Salta ingresado a la espera de los informes neurológicos de los médicos especializados.