Para los padres, dar de comer a sus hijos es todo un arte
¿Por qué a los niños no les gustan los vegetales? Esa es una interrogante que seguramente se hacen a diario todos aquellos padres que realizan la difícil tarea de alimentar a sus hijos.
A menudo mamás y papás escuchan frases como “¿Y eso qué es?”, “No quiero”, “No me gusta”, entre muchas otras cantaletas y berrinches que hacen para evitar comer vegetales. Y es que, por lo regular, a los niños les desagrada comer cosas nuevas, ni siquiera saben a qué sabe el platillo y lo rechazan a pesar del esfuerzo por cocinarles algo rico y nutritivo. Es así como la hora de la comida se convierte en una batalla todo terreno.
La apatía por las verduras y no por los alimentos dulces
En las papilas gustativas contamos con 27 receptores para sabor amargo y tan solo con 3 receptores para sabores duces. Entonces, ¿por qué los niños detestan las verduras? Básicamente es un instinto de sobrevivencia de nuestros antepasados para evitar comer algún alimento venenoso, en cambio el sabor dulce nos brinda un estado de bienestar, tranquilidad y felicidad.
No es tarea fácil erradicar la apatía de los niños por las verduras, pero sí es posible conseguir que las acepten e incluso les guste. La mayoría de los niños no rechazan un alimento porque les desagrade, sino principalmente porque lo desconocen y no se les hace atractivo a su vista. Como dice el dicho “de la vista nace el amor”, es decir, haz agradable los platillos de los niños. ¡Papás, sean creativos!
Cómo hacer que los niños coman verduras
Sigue los siguientes consejos y conseguirás que tus niños coman verduras. No volverás a tener una batalla campal a la hora de la comida:
Aprovecha los colores de las verduras para hacer figuras o paisajes. De esa manera harás de la hora de la comida un momento divertido y nutritivo.
Elabora nuevos platillos con formas atractivas para tu hijo diariamente, pregúntales qué le gustaría ver el día siguiente. ¡Sorpréndelos!
Hazlo partícipe de esas obras de arte y deja que te ayude a la elaboración de su platillo. Será una dinámica muy divertida, le dará gusto ver que toda la familia y él mismo comen lo que preparó.
A los niños les encanta la pasta, el queso, yogurt, y las salchichas. Sin abusar, incorpora estos alimentos a las verduras. Otras ideas que puedes ocupar es el brócoli cubierto de mayonesa, los ejotes con huevo y queso derretido, ensaladas con uvas, manzana, nueces e ingredientes que a ellos les gusten. Combina sus alimentos favoritos con los saludables.
Basta de formalidades, a los pequeños les gusta comer con las manos. Corta en tiras las verduras con limón y sal, unos pepinos, zanahorias y jícamas ¡Seguramente les gustarán!
Recuerda que, así como a los niños les desagrada los vegetales de color verde como las acelgas, brócolis y pepinos, las frutas les son menos desagradables por su rico sabor dulce gracias a la fructuosa. Enriquece de esa manera su plato a la hora de la comida. Haz un menú cromático, es decir, una rica mezcla colores pero sobretodo de sabores, puedes combinar verduras con frutas que a tus hijos les agraden.
Haz que tus niños te acompañen al supermercado a comprar la despensa. Así ellos aprenderán a elegir lo que comerán.
Recuerda presentarle a diario verduras diferentes, para así acostumbrarlos a la diversidad de sabores.
Ármate de paciencia para que tus niños le tomen gusto a las verduras. Al principio te costará un poco de trabajo, pero poco a poco lograrás buenos resultados. El punto más importante es el ejemplo. Los niños aprenden todo por imitación. Si ven que tú también comes verduras, ellos no lo verán como castigo sino como parte de la dieta familiar. Por el contrario, si ven que comes todos los días comida chatarra y quieres obligarlos a comer verduras, no entenderán la incongruencia. ¡Mucha suerte!