Los bebés necesitan vacunas porque ciertas enfermedades pueden ocasionar graves problemas de salud
El calendario de vacunación infantil actual ha sido estudiado de manera extensa, y no sólo es seguro, sino muy eficaz para prevenir varias enfermedades graves.
Con el objetivo de ofrecer la mejor protección contra esas enfermedades a su hijo, le recomiendo que lo vacune oportunamente, de acuerdo con el calendario recomendado.
Los bebés necesitan varias vacunas porque las enfermedades infecciosas pueden ocasionar graves problemas de salud en los niños pequeños. Durante un corto período después del nacimiento, los anticuerpos maternos ayudan a proteger a los recién nacidos de muchas enfermedades; pero esa inmunidad se desvanece rápidamente y en realidad, parte de la protección apenas dura un mes desde el nacimiento del bebé.
El calendario de vacunas recomendado ahora no solamente ha sido estudiado, sino que se ha determinado que es seguro y eficaz contra las enfermedades que los bebés enfrentan en el momento en que deben recibir las vacunas. Retrasar la administración de las vacunas es alargar la protección contra algunas enfermedades que pueden ser muy graves, incluso mortales, para muchos infantes. Dicho de otra manera, existe el riesgo de que el bebé enferme por no haber recibido todas las vacunas. Además, cuando se espera hasta que el niño esté enfermo para vacunarlo, el pequeño también enfrenta el riesgo de transmitir la enfermedad a otros niños.
A pesar de que el calendario actual pueda parecer excesivo, la cantidad de vacunas que el bebé recibe en cada vacunación realmente es mucho menor de lo que solía ser. Si se suma todo el componente activo de la vacunación administrada en las inyecciones actuales, el total es menor de lo que era hace años, cuando los niños solamente recibían la vacuna contra la viruela. El calendario también aplica menos vacunas que cuando se administraba solamente tres vacunas a los niños de seis años o menos, con el tipo de vacuna de célula entera contra la tos ferina, difteria y tétanos (conocida también como DPT o vacuna triple bacteriana), la vacuna oral contra la poliomielitis, y la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola (conocida también como MMR o vacuna triple viral).
Es importante mencionar que ninguna vacuna nueva obtiene autorización hasta que se haya estudiado junto con las demás, que se administran durante la misma consulta, y solamente se la estudia para el momento en que se la administra a los bebés que tienen la edad en que se debe administrar la nueva vacuna. Por lo tanto, se ha comprobado que las vacunas son seguras y eficaces para administrar combinadamente con otras vacunas, a la edad específica que ahora se recomienda (dos años).
A algunos padres les preocupa que la administración de varias inyecciones en una sola visita sea muy dolorosa o estresante para el niño, cuando en realidad poner más de una inyección al bebé no aumenta su nivel de estrés. La mayoría de bebés llora igual, reciba una o tres inyecciones. Además, hay que considerar que distribuir las vacunas durante el transcurso de los primeros dos años de vida del niño puede extender el número de días que el niño recibe una inyección, desde siete hasta 21 días.
Por último, resulta importante considerar que la ciencia no avala que se retrase la administración de las vacunas, y por el contrario, existe una base científica para demostrar que el retraso aumenta el riesgo del niño de contraer enfermedades prevenibles mediante la vacunación. Además, para muchos padres que intentan manejar todas las citas necesarias con el objetivo de extender el calendario de vacunas, puede convertirse en un gran reto logístico, y por ello, la mayoría de padres que intentan retrasar o espaciar más el calendario de vacunas normalmente termina quedándose atrás.