Xenofobia, discriminación y marginación en los países de tránsito y destino son los principales problemas de los menores migrantes en el mundo
Una reunión internacional de UNICEF se llevará a cabo del 4 al 6 de diciembre en Puerto Vallarta, Jalisco, en donde líderes mundiales abordarán la protección de 50 millones de niños migrantes y refugiados, como parte del trabajo de redacción del Pacto Mundial para la Migración.
Los derechos humanos y el bienestar de los niños desarraigados deben ser los compromisos centrales de las políticas migratorias mundiales, expresó la UNICEF a través de un comunicado, previo a la reunión de la próxima semana en el puerto mexicano.
El Pacto Mundial para la Migración es un acuerdo intergubernamental histórico que abarcará todas las dimensiones de la migración internacional.
“Es el momento en que los líderes mundiales comiencen a forjar un consenso sobre los compromisos políticos y financieros en línea con la Declaración de Nueva York para Refugiados y Migrantes y la Convención sobre los Derechos del Niño”, expresó UNICEF, a través de un comunicado.
‘Más allá de las fronteras: cómo hacer que los pactos globales sobre migración y refugiados trabajen para niños desarraigados’, es un nuevo informe que destaca las mejores prácticas para el cuidado y la protección de los niños refugiados y migrantes, que será presentado en Puerto Vallarta.
El informe incluye ejemplos prácticos de gobiernos, socios de la sociedad civil y comunidades de acogida que trabajan para apoyar e integrar a los niños desarraigados y sus familias.
“Los líderes mundiales y los legisladores que se reúnen en Puerto Vallarta pueden trabajar juntos para hacer que la migración sea segura para los niños. Nuestro nuevo informe muestra que es posible, incluso en países con recursos limitados, implementar políticas, servicios e inversiones que apoyen efectivamente a los niños refugiados y migrantes en sus países de origen, a medida que cruzan las fronteras y llegan a sus destinos”, dijo Ted Chaiban, director de Programas de UNICEF.
Los niños refugiados y migrantes, agrega el organismo internacional, son especialmente vulnerables a la xenofobia, el abuso, la explotación sexual y la falta de acceso a los servicios sociales.