Después de que su tienda se quemó llevó algunos animales a su casa, donde sus hijos conviven con ellos.
Uno de los reptiles que ha llevado a su casa es una serpiente pitón de casi 6 metros de largo. A los niños les encanta, y a LeBlanc no parece preocuparles para nada.
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El señor LeBlanc insiste en que él siempre supervisa a sus hijos con las serpientes, y no dejarlos jugar solo, según informa el rotativo británico Express.
Ha traido a su casa docena de annimales, entre ellas serpienetes y lagartos, tales como dragones de Komodo a su casa.