Un robo récord en Los Ángeles: ladrones se llevaron USD 30 millones en efectivo sin dejar rastros

La policía y el FBI investigan un crimen altamente coordinado en GardaWorld, donde un equipo de ladrones logró un histórico botín sin ser detectados

En un suceso que está siendo investigado como el mayor atraco en la historia de Los Ángeles (Estados Unidos), un grupo de ladrones se ha llevado un botín de hasta 30 millones de dólares en efectivo de una instalación de almacenamiento de dinero. El Departamento de Policía de Los Ángeles y el FBI están llevando a cabo una investigación conjunta sobre el robo ocurrido el Domingo de Pascua en las instalaciones de GardaWorld en Sylmar, según informó FOX 11.

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La sofisticación y sigilo con el que se ejecutó el robo han dejado en evidencia la vulnerabilidad de un sistema que debería ser extremadamente seguro, además de despertar la preocupación de los residentes.

“(Es) uno de los mayores atracos en efectivo en la historia de Los Ángeles”, declaró a Los Angeles Times Elaine Morales, comandante de la policía local. Según la agencia AP, el asalto se llevó a cabo rompiendo el techo del edificio y accediendo al depósito de efectivo sin activar el sistema de alarma de la instalación.

El descubrimiento del robo no se hizo hasta el lunes, cuando los empleados abrieron la bóveda, lo que indica la meticulosidad con la que los ladrones planearon y ejecutaron el atraco. “Para robar esa cantidad de dinero, no simplemente entras y sales”, comentó a Fox 11 Jim McGuffey, un experto en transportes blindados y asesor de seguridad, destacando así la complejidad y audacia del crimen.

GardaWorld, la compañía afectada, tiene sede en Canadá y es una empresa global de manejo de efectivo y seguridad que ofrece servicios como transporte de dinero blindado y mantenimiento de cajeros automáticos, atendiendo a clientes que incluyen empresas Fortune 500 y agencias gubernamentales tanto de Estados Unidos como internacionales.

Este robo supera el precedente de un atraco en la historia de la ciudad ocurrido en 1997, en el que se robaron 18,9 millones de dólares de la instalación de Dunbar Armored, y se produce casi dos años después del robo de hasta 100 millones de dólares en joyas de un camión de Brink’s en una parada de camiones cerca de Los Ángeles.

Según reportó CBS News, las autoridades no han realizado aún ninguna detención en conexión con el caso, y continúa la búsqueda de los responsables. A pesar de contar con sistemas de seguridad evidentemente avanzados, incluyendo “dos sistemas de alarma y un detector de movimiento sísmico justo en la caja fuerte”, según McGuffey, los ladrones lograron llevar a cabo su plan sin dejar rastros aparentes de su intrusión. Estas afirmaciones evidencian la seriedad del incidente y el desafío que representa para las fuerzas del orden y la industria de seguridad y manejo de efectivo.

La naturaleza sofisticada de este robo ha generado una oleada de preocupación en el sector de seguridad y transporte de valores, ya que pone de relieve las potenciales fallas y vulnerabilidades de sistemas que deberían ser impenetrables. La investigación en curso busca determinar no solo a los responsables, sino también cómo fue posible que se llevase a cabo un robo de semejante magnitud sin ser detectado inmediatamente.

“Para GardaWorld, que tiene una buena reputación en la industria, este tipo de incidentes aislados que simplemente no tienen sentido, pero ocurren incluso a los mejores”, expresó McGuffey, resaltando que incluso las empresas más seguras pueden ser susceptibles a actos criminales de esta naturaleza.

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