La tecnología que lo hace posible está progresando a rápido ritmo, de modo que en unos cinco años los taxis del cielo podrían iniciar la revolución de la movilidad urbana. Al menos así lo cree el director ejecutivo de Uber , Dara Khosrowshahi.
En un evento en Tokio, Khosrowshahi explicó que los progresos tecnológicos son más veloces de lo esperado. Uber Air, el servicio de taxis voladores cuyos primeros vuelos experimentales están programados en Estados Unidos en 2020, «será comercializado en cinco-diez años», dijo. Los taxis con alas, así como aquellos de conducción autónoma, «llegarán antes de lo que la gente espera».
Las palabras de Khosrowshahi, a la cabeza de Uber desde el pasado agosto, confirman los programas empresariales. La idea es acelerar los traslados en las ciudades a través de aparatos voladores eléctricos autónomos, capaces de despegar y aterrizar en vertical de un techo al otro como los helicópteros.
Todo se reservaría mediante una app, a un precio semejante al de un viaje en auto. Las primeras pruebas serán en 2020 en Los Angeles, donde la compañía espera tener un servicio de aerotaxis difundido ya antes de los Juegos Olímpicos de 2028.
Uber no es la única empresa que apuesta a la movilidad aérea urbana. En los últimos días Airbus también informó que su prototipo de drone-taxi, el Vahana Alpha One, completó el primer test de vuelo. También Boeing es de la partida, y entre las start-up están Kitty Hawk -del fundador de Google Larry Page- y la bávara Lilium, financiada por el cofundador de Skype Niklas Zennstroem.
Entretanto Vodafone anunció la experimentación del primer sistema del mundo para el control del tráfico de drones, que usa una tecnología especial para proteger a los aeromóviles del riesgo de colisiones.
En espera de despegar, Uber busca abrirse camino en tierra.
Khosrowshahi dijo que en Japón apunta a una alianza con un operador local. El mercado japonés del taxi, que equivale a unos 16.000 millones de dólares, gusta también a Sony, que anunció una alianza con seis compañías de taxi a las que proporcionará una app de reservas basada en inteligencia artificial.
Sin embargo, entretanto no le faltan problemas a Uber, que encuentra resistencias en todos los continentes, en relación con la seguridad de loa pasajeros y sobre todo el ostracismo de los taxis. El último caso es en Marruecos, donde la empresa suspendió las actividades por falta de reglas ciertas.