Típico que te metes a nadas y “huele como a cloro”, pues ¡no, no te engañes! no es cloro, sino el aroma de la mezcla.

Tu abuelita tenía razón cuando te decía que la alberca es como “un caldo de cooo…ndimentos no deseados”, pues un grupo de expertos descubrió que tus ojos no se ponen rojos por el cloro, sino por la pipí en el agua.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos se apiadaron de ti e iniciaron una campaña para promover que la gente vaya al baño y no haga en la piscina, pues a parte de ser asqueroso, es dañino para la salud.

Resulta que el cloro por sí solo no pone los ojos rojos, la reacción se produce cuando la orina se mezcla con el cloro y forma la llamada cloramina, la que produce la irritación.

Y no sólo eso, sino que ésta se une con bacterias fecales, sudor y otras (cochinadas) sustancias que metes a la alberca cuando no te duchas antes.

Típico que te metes a nadas y “huele como a cloro”, pues ¡no, no te engañes! no es cloro, sino el aroma de la mezcla.

Como igual vas a ir a Oaxtepec, procura no hacerte pipí en la alberca o por lo menos no tragues agua y un tip: las fotos que subes con besos bajo el agua son poco higiénicos y ridículos, de nada.