En su visita a Arabia Saudita, el mandatario estadunidense hace énfasis en la lucha contra el extremismo y pide la unidad de los países de la región para combatirlo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con 55 líderes de países musulmanes en un centro de conferencias de la capital saudí.
“Está previsto que Trump llame a la unidad en un discurso sobre el islam, en el cual destacará que la lucha contra el extremismo es “una batalla entre el bien y el mal”.
Esta no es una batalla entre diferentes credos, diferentes sectas o diferentes civilizaciones (…). Esta es una batalla entre el bien y el mal”, asegura el discurso que ha sido difundido por la Casa Blanca horas antes de su declamación.
En la alocución durante la cumbre, Trump asegurará que el “objetivo es una coalición de naciones que compartan la misma meta de erradicar el extremismo y de proporcionar a nuestros niños un futuro esperanzador”.
“Cada vez que un terrorista asesina a una persona inocente, e invoca equivocadamente el nombre de Dios, debería ser un insulto para cada persona creyente”, recoge su alocución.
Asimismo, justifica su primera visita al reino ultraconservador, en el marco de su primera gira internacional desde que juró el cargo como presidente, asegurando que “el terrorismo se ha expandido por todo el mundo, pero el camino para lograr la paz comienza aquí, en este suelo histórico, en esta tierra sagrada”.
El texto también destaca que “las naciones de Oriente Medio no pueden esperar a que el poder americano aplaste al enemigo por ellos. Las naciones de Oriente Medio tendrán que decidir qué clase de futuro quieren para ellos mismos, para sus países y para sus niños”.
Establecen centro antiterrorista
Previamente, el mandatario estadunidense celebró una cumbre con los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), con los que firmó la creación de un centro para combatir el terrorismo.
El nuevo centro tendrá sede en Riad, según el memorando de entendimiento que fue suscrito por el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, y el príncipe saudí Mohamed bin Nayef.