Las dos regiones con mayores cupos serán África, con la admisión de hasta 19 mil refugiados el año pasado fueron 35 mil, y Medio Oriente y el sur de Asia, con 17 mil 500, frente a los 40 mil de 2017
El presidente Donald Trump confirmó este viernes que pretende admitir un máximo de 45 mil refugiados durante el año fiscal 2018, una reducción de 60 por ciento respecto a los 110 mil de 2017 y la cifra más baja desde 1980.
El mandatario estadunidense consensuó esta cifra con el Congreso e informó de ella con detalles al Departamento de Estado.
Las dos regiones con mayores cupos serán África, con la admisión de hasta 19 mil refugiados el año pasado fueron 35 mil, y Medio Oriente y el sur de Asia, con 17 mil 500, frente a los 40 mil de 2017.
Estados Unidos también prevé la admisión de 5 mil refugiados del este de Asia, ante los 12 mil del periodo actual, 2 mil del centro de Asia y Europa, frente a los 4 mil actuales y mil 500 de América Latina y el Caribe, una reducción de 70 por ciento respecto a los 5 mil de este año.
Además de los 45 mil cupos reservados por regiones, Trump y el Congreso también establecieron que Estados Unidos puede considerar refugiados a los nacionales de Cuba, Eurasia y los Bálticos, Irak, Guatemala, El Salvador y Honduras, así como otras personas “en cualquier lugar” del mundo bajo “circunstancias excepcionales”.
En este caso, se trata de los mismos países y regiones que estableció Obama el año pasado.
Los 45 mil cupos para 2018 representan los niveles más bajos desde que el país estableció su programa de refugiados en 1980 y se han marcado después de un intenso debate entre las agencias del Gobierno.
Estados Unidos admitió a 85 mil refugiados en el año fiscal 2016 y Obama marcó para el periodo actual, de 2017, un tope de 110 mil refugiados, aunque en la práctica se han admitido unos 54 mil, según fuentes de la Casa Blanca.
El magnate criticó la política hacia los refugiados durante la pasada campaña electoral, alertó de que algunos podrían ser en realidad terroristas y prohibió temporalmente, ya como presidente, la entrada en el país de su gran mayoría dentro de su veto migratorio.