El hombre que abrió fuego la noche del domingo y tomó a cuatro niños como rehenes en el complejo Westbrook Apartments en la ciudad de Orlando (Florida, EE.UU.), ha asesinado a los menores y se suicidó, reportan medios locales.
Luego de alrededor de 24 horas de enfrentamiento con el agresor ―identificado como Gary Wayne Lindsey, de 35 años―, la Policía logró ingresar al apartamento. Allí encontró sin vida al hombre, cuyo cuerpo se encontraba en un clóset, así como a los cuatro niños que había tomado como rehenes. Se trataba de menores de 1, 7, 10 y 12 años.
Según las autoridades, dos de ellos eran hijos de Lindsey y los otros dos, de su novia. El hombre tenía un extenso historial delictivo, incluyendo la provocación de un incendio, hechos de violencia y robos.