El Gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, aseguró que las inundaciones que han ocurrido en el estado son “históricas”
El Gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, elevó a ocho el número de muertes a causa de las inundaciones, que también desplazaron a más de ocho mil residentes de la zona sur y sureste.
“Quiero decirle que esta es una inundación histórica”, dijo Edwards en una conferencia en Baton Rougue, indicando que la severidad del impacto se debió a que la mayoría de los residentes del área no anticiparon los efectos de las fuertes lluvias.
“Mucha gente subestimó el impacto”, indicó el mandatario, haciendo notar que la tormenta responsable de las fuertes lluvias de los últimos días no fue vista como una seria amenaza porque no se trató de una tormenta o una depresión tropical.
Edwards dio a conocer que el gobierno federal declaró zonas de desastre ocho municipalidades más, con lo cual recibirán asistencia federal junto con las 21 que fueron colocadas en esta categoría el domingo por el presidente Barack Obama.
Edwards anticipó que el número de municipalidades que podrían ser sujetas a esta declaración por parte del gobierno federal podría aumentar en los próximos días dado que se anticipa que las inundaciones alcanzaran otras zonas de la región.
De acuerdo con el mandatario hasta este martes más de 8 mil personas permanecían en albergues habilitados en la zona afectada, más de 20 mil han sido rescatadas y 34 mil viviendas y negocios permanecen sin electricidad.
Adicionalmente 40 mil viviendas fueron afectadas en varios niveles por las inundaciones que se anticipa continuarán conforme las aguas de los desbordados ríos en la zona norte continúen fluyendo hacia la zona sur.