La crisis sociopolítica en Nicaragua desencadenada por las protestas contra el presidente Daniel Ortega y las respuestas represivas del Gobierno ha dejado ya al menos 154 víctimas en 57 días, informó hoy el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).
La lista únicamente incluye a víctimas confirmadas, por lo que el número podría ser mayor, si se corrobora otra cantidad no específica de personas que han sido reportadas como muertas, o de desaparecidas que pudieron haber perdido la vida, según el organismo.
Las últimas 8 muertes fueron ratificadas en las últimas 48 horas, después de ataques de la Policía Nacional, fuerzas “parapoliciales” y grupos de choque oficialistas, en las ciudades de Diriamba, Jinotepe, León, Managua, Masatepe, Nagarote y San Marcos, de acuerdo con la organización humanitaria.
Al igual que en los casos anteriores, la mayoría de muertos fueron víctimas de disparos certeros en la cabeza, cuello y torso, lo que llevó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a advertir sobre posibles “ejecuciones extrajudiciales”, lo que el CENIDH y el movimiento Amnistía Internacional ya han dado por hecho.
Nicaragua atraviesa actualmente la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.