El fiscal general del Estado de México, Alejandro Gómez, aseguró que en el lugar en el que fue asesinado el directivo de Izzi, Adolfo Lagos, no se halló sangre ni casquillos de sus asaltantes, como afirman sus escoltas.
En entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva explicó que de acuerdo con los dos escoltas del directivo (un policía bancario y un exmilitar), éste quedó medio del fuego cruzado con los asaltantes en la carretera Pirámides-Tenancingo, donde un delincuente pudo haber resultado herido.
Sin embargo, Alejandro Gómez aseguró que las investigaciones periciales que se han llevado a cabo en el lugar de los hechos no se han encontrado sangre de los presuntos asaltantes ni casquillos de otras armas que no sean las de los escoltas de Adolfo Lagos.
Yo no he dicho eso, vuelvo a repetir, no tengo por qué desconfiar de ninguna manera ni de las declaraciones de los escoltas ni de la entrevista del acompañante del señor Lagos.
“Ellos nos refieren muy puntualmente este intercambio de disparos. Lo cierto es que no hemos encontrado casquillos de otras armas distintas a las de los escoltas”, aseveró el funcionario.
Según peritajes, hasta el momento las autoridades han recuperado siete casquillos calibre 9 milímetros, los cuales pertenecen a las armas de los guaruras del directivo de Izzi y la bala que le quitó la vida a éste salió del arma de Héctor “N”, lo que ya ha sido notificado a esta persona.
Ya hemos notificado al escolta que ha sido su bala y para subsecuentes diligencias deberá presentarse con su abogado”, dijo, aunque aclaró que “No hay indicios que apunten a que el escolta tuviera alguna intención, trató de defenderlo”.
Aseveró que continuarán con las indagatorias para conocer, como se ha manejado, si los delincuentes pudieron haber utilizado revólveres que no dejan casquillos.
“Desde luego, continuaremos, igual, nuestra búsqueda de algún otro indicio y esto significa la probabilidad, en efecto, de que las armas que hayan utilizado estas personas hayan sido revólveres, que no dejan casquillos”, precisó.