El equipo local se impuso 5-0 a los árabes y selló su primera victoria en su Copa del Mundo
Rusia dejó un grato sabor de boca en la inauguración de su Mundial y sorprendió a todos al golear 5-0 a la selección de Arabia Saudita, que no encontró ese futbol que prometía para un mejor inicio.
Los locales vivieron la celebración de su Copa del Mundo a todo lo que daba, pues no podían esconder la felicidad de ver un certamen de esta talla llegar a su tierra, algo que sin duda ayudó a que su equipo comenzara con el pie derecho.
Y el marcador marchó como esperaban los de casa, que dejaron escapar el primer aliento de gol apenas después de 12 minutos de juego, cuando Iury Gazinsky marcó el primer tanto del Mundial, tras un gran cabezazo con el que venció a Almuaiouf.
Ya con un gol en contra, los dirigidos por Pizzi quisieron reaccionar y estuvieron cerca de marcar el tanto del empate; sin embargo, el remate pasó apenas por un lado del poste.
La preocupación se haría presa de todos los presentes en el Estadio Luzhniki de Moscú, cuando Dzagoev dio un mal paso y no pudo continuar en el terreno de juego, poniendo a rezar a toda la afición rusa, que vio a Cheryshev ingresar al campo.
Grandes frutos brindó el cambio forzoso, pues fue el exjugador del Real Madrid quien puso el segundo tanto del encuentro, con un gran jugada, digna de un crack, para definir frente al arquero y así alejar aún más a los suyos en el marcador.
Así se escapó la primera mitad, con un público local contento por el desempeño de su equipo, pero que, sin duda, esperaban más de ellos en la segunda mitad.
La parte complementaria fue para Rusia, que se hizo con el control del esférico y no permitió que Arabia creara oportunidades de peligro, que pudieran peligrar todo lo que habían conseguido los de casa en 45 minutos.
La goleada sería sentenciada por uno de los ‘killers’ del equipo local, Artem Dzyuba, quien tras un centro, remató picado, dejando sembrado al arquero y firmando los primeros tres puntos del Grupo A.
Sin embargo, ese no sería el final, pues el mismo Cheryshev marcaría un golazo, para el recuerdo de todo el público y del mismo atacante, que con un gran remate de tres dedos puso el cuarto tanto, sellando la victoria rusa.
Pero la fiesta seguiría con todo en el Luzhniki y con un tremendo golazo, que incluso sacó la incertidumbre del presidente de dicho país, Vladimir Putin; después de que Golovin cobró un tiro libre de manera magistral, destruyendo por completo a los árabes.
Gracias a este resultado, Rusia se coloca al frente de dicho sector, con tres unidades, mientras que Arabia ya sufre, pues suma cero puntos, y tiene una diferencia de menos cinco tantos.