Si la directiva dimite, una junta gestora se hará cargo el club para convocar elecciones en un periodo máximo de 90 días
La reunión de la junta directiva del Barcelona, en la que se debatirá la posibilidad de que se produzca la dimisión de la misma, ya está en marcha un cuarto de hora más tarde lo previsto.
Solo se ven dos soluciones. Que la Generalitat se avenga a aplazar el voto de censura a causa del estado de alarma decretado o que, en el caso contrario, se produzca la dimisión de la directiva al completo en el caso de que se mantenga las fechas del 1 y 2 de noviembre como días de la consulta.
El equipo dirigente estaría dispuesto a dimitir para asegurar la salud de los socios, que estarían llamados a votar en medio de un estado de alarma y en una única sede: el Camp Nou.
El pasado viernes, la Generalitat informó al club azulgrana de que no veía ningún impedimento para que la consulta se celebre los días 1 y 2 de noviembre, fechas que estarían en el límite temporal que determinan los Estatutos de la entidad azulgrana.
La comunicación del Govern se produjo después de que el Barcelona pidiera un aplazamiento hasta el 15 y 16 de noviembre para organizar una votación descentralizada y que para ello necesitaba más tiempo.
Si la directiva dimite, una junta gestora se hará cargo el club para convocar elecciones en un periodo máximo de 90 días (finales de enero). En todo caso, las elecciones ya están convocadas para finales de marzo.
En el orden del día también está incluida la aprobación de las cuentas del pasado ejercicio (97 millones de euros de pérdidas), el presupuesto para la próxima temporada (791 millones de ingresos) y el estado de la mesa de negociación para la rebaja salarial de jugadores y empleados.