Resucita Netflix la carrera en crisis de Luis Miguel

Solo unos meses antes del estreno de la serie, la carrera de Luis Miguel iba cuesta abajo y sin frenos. El cantante llegó a acumular tres demandas que lo pusieron en serios aprietos económicos.

La serie de Netflix sobre la vida de Luis Miguel, autorizada por el propio artista, es todo un fenómeno popular y para el cantante ha supuesto el revivir de una carrera que, después de haber alcanzado los mayores momentos de gloria, daba muestras de estarse yendo a pique.

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Cada capítulo de la primera temporada de la serie, cuyo final está previsto para dentro de unas dos semanas y en la que se revelan los secretos de un artista que siempre ha sido celoso con los detalles de su intrigante vida privada, se convierte en tendencia en las redes sociales desde que se estrenó el 22 de abril. Aunque Netflix no hace públicos sus índices de audiencia, una marea de seguidores en México dejan claro a golpe de trending topic que están muy pendientes de la ficción televisiva.

Solo unos meses antes del estreno de la serie, la carrera de Luis Miguel iba cuesta abajo y sin frenos. El cantante llegó a acumular tres demandas que lo pusieron en serios aprietos económicos.

En 2016 perdió una demanda civil interpuesta en Nueva York por su ex representante William Brockhaus por más de un millón de dólares y su desacato incluso le llevó a ser arrestado. También acumulaba una deuda de casi cuatro millones de dólares con su propia discográfica, Warner Music, la compañía con la que vendió más de cien millones de discos.

El último varapalo le llegó en 2017, cuando el cantante Alejandro Fernández le demandó por siete millones de dólares debido a que había fallado al compromiso de una gira conjunta que nunca llegó a hacerse.

«El Sol» de México no lograba levantar cabeza de un declive que había comenzado en 205, cuando en un lugar tan simbólico como el Auditorio Nacional de México hizo esperar a su público durante casi una hora para actuar tan solo quince minutos.

El artista internacional que siempre había lucido una imagen impoluta, un bronceado a veces excesivo y una sonrisa perfecta, había ganado peso y lucía desmejorado. Los rumores sobre su alcoholismo y problemas de salud, iban acompañados de la cancelación de varios de sus shows en importantes recintos. Desde 2011 no sacaba disco y llevaba una década sin producir ningún éxito.

Pero su vida dio un vuelco con la serie de Netflix que, según especulan los medios mexicanos, habría pagado varios millones de dólares al cantante que le habrían servido para saldar sus deudas.

El cantante mexicano ha vuelto con fuerza los escenarios con motivo de su último disco «¡México por siempre!», que vio la luz a finales del año pasado, con casi ochenta fechas programadas para todo este año en México, Norteamérica y España. La gran mayoría de sus shows en México colgaron el cartel de «sold out”.

A partir del éxito en la pequeña pantalla, las escuchas de los temas de Luis Miguel en Spotify se dispararon. Según la compañía de música en streaming, las canciones de Luis Miguel pasaron a escucharse casi un 200 por ciento más tras el estreno de la serie, entre los meses de abril y mayo.

En concreto, la canción «Culpable o no», uno de sus temas más conocidos, tuvo un aumento del 4,000 por ciento de reproducciones en la plataforma, llegando a entrar en la lista de las 50 canciones con más reproducciones en México. El artista acumula hoy cerca de 5.5 millones de oyentes mensuales.

Después de ser un hito en la historia de la música mexicana, «El Sol de México» estaba de capa caída, pero su nombre vuelve a sonar con fuerza y se acerca a las nuevas generaciones. Buena prueba de ello es que, tras el estreno de la serie, ha superado en escuchas en las plataformas de música a artistas de moda para los jóvenes como Ozuna y Maluma.

De hecho, Juanpa Zurita, el actor de 22 años que interpreta al hermano de Luis Miguel en la serie, confesó que nunca había llegado a ser fan del cantante.

El joven, youtuber e instagramer conocido en las redes sociales, explicó que solo alguna vez había cantado sus canciones «en el antro (discoteca)», pero que entender sus vivencias personales le hicieron apreciar más al «ser humano» que a la estrella.

 

 

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