Los decesos han ocurrido en Florida, Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte; advierten que podrían registrarse más muertes
Pese a que desde la mañana del sábado ‘Matthew’ fue degradado a tormenta tropical categoría uno, el número de víctimas mortales que dejó a su paso por Estados Unidos, aumentó a 19.
Los decesos ocurrieron en los estados de Carolina del Sur (uno), Florida (seis), Georgia (cuatro) y Carolina del Norte (ocho); en este último, las intensas lluvias han provocado inundaciones históricas, por lo que, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, podrían registrarse más víctimas fatales durante este domingo.
“Esta es una situación extremadamente peligrosa. No veremos que los ríos alcancen su mayor nivel posiblemente hasta el lunes o martes. Nuestros modelos de proyección muestran condiciones muy peligrosas”, afirmó Pat McCrory, Gobernador de Carolina del Norte.
Aunque ‘Matthew’ se alejaba este domingo de las zonas costeras de Estados Unidos, en un trayecto hacia el este, algunos vientos con fuerza de huracán azotan la larga barrera de islas de Outer Banks de Carolina del Norte, estado que sufre las consecuencias de inundaciones y falta de energía en más de 800 mil hogares y comercios.
Los niveles de inundación en algunos lugares de Carolina del Norte no tienen precedente: 45 centímetros en la ciudad Wilmington, 35 centímetros en Fayetteville y 20 en Raleigh.
Mientras tanto, el Presidente Barack Obama informó que desde la víspera había declarado estado de emergencia en Florida, lo que significa que la entidad contará con ayuda federal para complementar los esfuerzos locales, estatales y tribales.
Los fondos federales, de acuerdo con la Casa Blanca, también dispondrán de recursos para algunas organizaciones sin fines de lucro que trabajan a favor de las personas afectadas por el meteoro en los condados de Brevard, Duval, Flagler, Indian River, Nassau, St. Johns, St. Lucie y Volusia.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, ‘Matthew’ se está moviendo lejos de la costa del océano Atlántico en Estados Unidos, aunque continúa produciendo “intensas lluvias, inundaciones que pueden ser mortales, peligrosas tormentas y fuertes vientos”.