Donald Trump no ha abandonado su ultimátum de provocar un cierre parcial del Gobierno si el Senado no autoriza los fondos para construir un muro fronterizo con México.
Este hecho, augura unas contenciosas negociaciones en septiembre sobre el presupuesto.
Los periodistas presionaron este jueves a la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, sobre por qué el mandatario llega al punto de amenazar con un cierre del Gobierno para conseguir fondos del Congreso, cuando la idea original del mandatario era que México pagara la factura del muro.
“No creo que se haya abandonado ningún esfuerzo (para conseguir que México pague por el muro)”, respondió Sanders en su conferencia de prensa diaria.
La portavoz no dio una razón que explique el ultimátum de Trump, más allá de subrayar que el presidente está comprometido a conseguir que se construya el muro, una de sus principales promesas electorales, para mantener seguros a los estadunidenses.
Cuando una periodista le recordó que Trump últimamente no dice que México va a pagar por el muro, como hacía antes, Sanders respondió: “Tampoco está diciendo que no vayan a hacerlo”.
“Eso (el muro) es algo que el presidente se comprometió a hacer, está comprometido a proteger las vidas de los estadunidenses y hacerlo a través del muro fronterizo es algo que es importante. Es una prioridad y estamos avanzando con eso”, añadió la vocera.
En su llamada telefónica de enero pasado, Trump y el presidente mexicano Enrique Peña Nieto acordaron no hablar más en público sobre quién pagaría el muro con el fin de evitar más roces políticos, dado que México se ha negado rotundamente a costear ese proyecto.
La Casa Blanca incluyó fondos para el muro en su propuesta de presupuesto para el próximo año fiscal, y Trump argumentó en abril que México acabaría pagando de alguna forma por la barrera fronteriza, aunque Estados Unidos tuviera que adelantar los fondos.
La Cámara de Representantes, de amplia mayoría republicana, aprobó dinero para el muro dentro un proyecto de ley de financiación vinculada a la seguridad nacional que aprobó antes del receso de agosto, pero ese proyecto se considera muerto a su llegada al Senado.
Trump aprovechó que se acerca el 30 de septiembre, una fecha límite para aprobar nuevos fondos para el Gobierno federal, para amenazar a los senadores con la idea de que, si no incluyen fondos para el muro en ese presupuesto, él no lo firmará, y permitirá que su propia Administración se quede sin dinero para operar.
La última vez que hubo una paralización parcial del Gobierno estadounidense fue en 2013, y se perdieron cientos de miles de dólares, además de provocar el desempleo temporal de miles de funcionarios.
El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, alertó a Trump de que, si sigue con sus amenazas sobre el muro, conseguirá precisamente ese cierre del Gobierno.
“El cual nadie querrá y que no logrará nada”, señaló.