La era de Drew McIntyre con el máximo título de WWE terminó este domingo en la lucha dentro de la celda infernal.
¡El máximo depredador de la lucha libre! Hell in a Cell marcó el fin del reinado de Drew McIntyre que comenzó en WrestleMania porque a partir de este domingo hay un nuevo Campeón WWE llamado Randy Orton, quien tuvo que atravesar el infierno para volver a tener el oro entre sus manos.
La que estaba llamada a ser última lucha de esta trilogía cumplió con las expectativas dentro de la celda infernal. Ya antes Drew había derrotado a Randy en SummerSlam y Clash of Champions, así es que era la última llamada para la súperestrella de tercera generación en WWE.
El castigo no se limitó a los confines de la estructura, ya que campeón y retador fueron a lo más alto para también lastimarse, pero fue precisamente intentando bajar de la jaula que McIntyre sufrió una caída de unos 3-4 metros sobre la mesa de los comentaristas.
A partir de ese momento, The Viper olió sangre e hizo honor a su apodo del Máximo Depredador al llevar nuevamente a la celda a The Scottish Psycho, quien pese a montar algo de ofensiva rumbo al final cayó víctima de las tres letras más devastadoras de la lucha libre estadounidense: RKO.
La victoria de Randy Orton le entregó su Campeonato Mundial número 14 en WWE, empatando a Triple H con la segunda mayor cantidad de la historia, tan solo por detrás de los 16 que lograron Ric Flair y John Cena.