“El Bronco” logró la candidatura presidencial por la vía independiente tras ganar un polémico juicio en contra del INE. Te presentamos la trayectoria y las principales propuestas del gobernador con licencia de Nuevo León
Ingeniero agrónomo de 60 años, exalcalde y exgobernador, Jaime Rodríguez Calderón, a quien se le conoce con el apodo de “El Bronco”, es aspirante presidencial independiente a partir de una polémica sentencia del Tribunal Electoral, que obligó su incorporación como contendiente al Ejecutivo mexicano.
Avezado en el debate público, se considera un hombre que le “habla claro a la gente”. Ha tenido tres matrimonios y procreado seis hijos. Su actual cónyuge, según ha detallado, tiene 25 años menos que él. Esa es la razón por la que no le interesa hacer fortuna, pues con ello –asegura- evita que “otro cabrón” se fije en su esposa.
Su origen
Es el cuarto hijo del matrimonio formado por Rodulfo Rodríguez y Basilia Calderón, quienes se dedicaban de manera exitosa a la agricultura, lo que permitió que sus vástagos tuvieran formación universitaria.
Siendo estudiante de agronomía fitotecnista, Jaime Rodríguez se destacó como líder del movimiento opositor al aumento en la tarifa del transporte público en Nuevo León. Esa militancia lo fogueó en las lides políticas, adquiriendo desde entonces el mote de El Bronco.
Durante más de treinta años militó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ocupando con esas siglas su primer puesto en la administración pública: jefe del programa forestal del estado de Nuevo León, durante la gubernatura de Jorge Treviño Martínez (1985-1991).
Más adelante, con ese mismo partido, fue secretario de acción juvenil de la Confederación Nacional Campesina (CNC), diputado federal (1991-1994), y legislador local (1997-2000).
Sus triunfos
En 2009, como candidato del PRI, ganó la presidencia del municipio de García, Nuevo León, venciendo al aspirante del Partido Acción Nacional (PAN). Siendo alcalde de esa demarcación, logró mejorar los índices de seguridad, a partir de una reestructuración de la policía.
La política de puertas abiertas que implementó en esa alcaldía se convirtió en su sello distintivo. Se jacta de tener “comunicación directa con los ciudadanos”, aunque en varias ocasiones se ha mostrado intolerante cuando estos le critican.
Hasta ahora su mayor éxito ha sido la gubernatura del estado de Nuevo León, obtenida en 2015 como candidato independiente, tras haber renunciado a su militancia priista. En esos comicios obtuvo el 48.8% de los votos, venciendo a la aspirante del PRI, Ivonne Álvarez, y al candidato del PAN, Felipe de Jesús Cantú Rodríguez.
Como titular del Ejecutivo de su estado natal, intentó llevar a cabo un gobierno austero bajo el lema “la raza paga, la raza manda”; implementó varias medidas para sanear las finanzas de su administración, y logró ejecutar un proyecto para dotar de servicios públicos a las poblaciones marginadas de esa entidad.
Como gobernador también implementó un sistema de comunicación con los ciudadanos, vía WhatsApp. Eso le permitió, a decir de él mismo, prescindir de asesores y de asistentes.
Sus fracasos
La delincuencia, y en general la inseguridad pública, no disminuyó durante su gestión como gobernador de Nuevo León. En varios sondeos la ciudadanía reprobó su actuación en el Ejecutivo.
En un estudio realizado en 2017, la empresa Consulta Mitofsky reveló que Rodríguez Calderón erarechazado por el 63.6% de los encuestados. Solo tres de cada diez personas avalaron entonces su trabajo como gobernador.
En ese puesto tampoco logró mejorar las condiciones de los reclusorios de la entidad, de hecho enfrentó tres motines en el penal de Topo Chico, lo que hizo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitiera una recomendación para que su gobierno aplicara –de manera urgente- medidas de seguridad en beneficio de los internos.
Sus crisis
En 2011, siendo alcalde de García, sufrió dos atentados, de los que logró salir ileso. En el primero, sus escoltas lograron detener a dos de los agresores, quienes resultaron ser expolicías municipales. Rodríguez Calderón aseguró que detrás de esos ataques se encontraba el cártel de los Zetas.
En la gubernatura de Nuevo León, en 2016 enfrentó un escándalo de corrupción por la compra a sobreprecio de 200,000 cobertores. Colectivos de la sociedad civil y medios de comunicación locales aseguraron que, en el llamado cobijagate, su administración había gastado cerca de 29 millones de pesos, pagando cada cobertor en 144 pesos, mientras que el precio de cada pieza en el mercado era de 54 pesos.
A su vez, la más reciente crisis enfrentada por “El Bronco” es justo el diferendo que mantuvo en este 2018 con el Instituto Nacional Electoral (INE), en su intento por ser candidato presidencial independiente. El INE rechazó su candidatura al no alcanzar el umbral de 866,593 firmas de apoyo exigidas por la ley.
Según la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE, a “El Bronco” le encontraron 158,532 apoyos simulados, 205,721 fotocopias, y 23,644 documentos no válidos que en conjunto se pretendían hacer pasar como firmas de ciudadanos.
Sin embargo, cuatro magistrados del Tribunal Electoral, de los siete que conforman la Sala Superior de esa instancia, concluyeron que el INE había limitado “el derecho de audiencia” del aspirante, violentando el artículo 14 de la Constitución y el 8º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La sentencia del Tribunal afirmó que Rodríguez Calderón “reunió 98.08% respaldos válidos respecto del umbral, sin que se le hubiesen (sic) permitido revisar todas las supuestas inconsistencias, debido al criterio de la responsable (el INE) de que existían irregularidades insubsanables”.
Así, el Tribunal determinó que de haberse “revisado los registros que no fueron verificados durante el procedimiento, el actor (“El Bronco”) hubiese podido alcanzar el umbral exigido para obtener el registro”. Esta suposición de los magistrados fue la base de la sentencia con la que se ordenó su registro como candidato presidencial.
Principales propuestas
Intenta ser presidente del país para evitar que se le entregue el poder “a alguien que nos va a llevar al carajo”, ha dicho en referencia al candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Desde su perspectiva, el titular del Ejecutivo federal tiene que ser “experto en el trato, (y) en el manejo de personal”, para impulsar con ello a los mejores funcionarios en cada una de las secretarías de Estado.
Si bien en su página de internet solo aparecen sus propuestas como gobernador de Nuevo León, en varias entrevistas ha manifestado que en materia económica sentará las bases para generar desarrollo y crecimiento.
Está convencido de que “la economía la hacen los ciudadanos, no el gobierno”, por eso, en el área social ha dicho que apoyará a la iniciativa privada para que esta genere más empleos.
“Tenemos que ‘mocharle’ la mano al que robe en el servicio público, eso no es malo”, dijo Rodríguez al presentar su propuesta sobre cómo combatir la corrupción y la impunidad, uno de los tres bloques del debate de los cinco aspirantes a la presidencia de México.