La expresidenta argentina Cristina Fernández será enjuiciada junto a sus hijos, Máximo y Florencia, por presunto lavado de activos y asociación ilícita
Un juez argentino procesó a la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) y a sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, por presunto lavado de activos y asociación ilícita, en una causa por supuestas irregularidades con empresarios de la obra pública a través de la empresa familiar Hotesur.
El magistrado Julián Ercolini procesó además a, entre otros, a Romina Mercado-sobrina de Fernández- y al empresario constructor Lázaro Báez, ya en prisión preventiva desde 2016 por otra causa, y ordenó trabar contra todos ellos embargos por sumas de hasta 800 millones de pesos (32.02 millones de dólares) para cada uno.
El juez aseguró que Hotesur no contaba “con capacidad económica ni experiencia en el rubro”, y que su finalidad era otorgarle a las cantidades pagadas en sobornos “apariencia de legítimas”.
El magistrado ya intervino la compañía hotelera el pasado marzo, cuando afirmó que había sido “una de las personas jurídicas a través de las cuales la familia Kirchner habría recibido periódicamente dinero obtenido mediante la defraudación contra el Estado nacional”.
En noviembre de 2017, la exmandataria declaró por esta causa, negó todas las acusaciones y afirmó que la actividad de la firma familiar había sido plenamente legal; además denunció que su situación judicial se debía a intereses del oficialismo.
El conocido como “caso Hotesur” se inició en noviembre de 2014 por una denuncia de la entonces diputada nacional Margarita Stolbizer.
Cristina Fernández también está procesada -y con una orden de detención que no se ha hecho efectiva por tener fueros parlamentarios- por el supuesto encubrimiento de los iraníes sospechosos de cometer un atentado contra una mutual judía de Buenos Aires que dejó 85 muertos en 1994.