Polémica sobre si una película de cómic sin un superhéroe pero con violencia armada sería bendecida o no en los Oscar de la Academia
A cinco días de haber llegado a la pantalla grande en México, el nuevo drama de DC Comics que aborda la historia del Joker y que incluso podría tomarse como una precuela del propio Batman, se ha centrado en el eje de la polémica sobre si una película de cómic sin un superhéroe pero con violencia armada sería bendecida o no en los Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Lo que se sabe es que los papeles de personajes mentalmente alterados han tenido buena repercusión en los especialistas de la Academia. Al respecto, vale recordar algunos casos como Anthony Hopkins en el Silencio de los Inocentes de 1991; Robert de Niro en Cabo de Miedo del mismo año y previamente en Taxi Driver de 1976; Edward Norton en American History X de 1998 y muchas otras cintas “históricas”.
Lo que no es posible dejar de mencionar es la notable actuación de Joaquín Phoenix, su gran adaptación al papel, para el que tuvo que bajar casi 24 kilos. El carácter sombrío de la representación del Joker revela inicialmente la estrecha relación con su madre, que evidentemente marca la característica del “humano” que minuto a minuto del celuloide va evolucionando hasta su final conversión.
En un momento en que parecen ocurrir tiroteos masivos inexplicables casi todas las semanas en Estados Unidos, la violencia armada, las enfermedades mentales y los asesinatos sin sentido ya no juegan como solían hacerlo en el cine, destaca The Hollywood Reporter.
El hecho es que Phoenix y su Joker sin duda han llegado a las fibras más íntimas de los norteamericanos y cinéfilos de todo el mundo que han visto el filme. Es así que la polémica está planteada y los miedos a flor de piel, ya que es una historia fantástica… pero tan real como la vida de muchos seres humanos. Y son muchas las personas en ese país que no quieren saber de ello.
Lo relevante y lo que los fanáticos expresan a través de redes sociales es el mensaje del Joker: detrás de cada ser humano existen historias que deben ser escuchadas y la compasión debe ser previa al juicio de valor sobre si uno está loco o no.
El Joker de Phoenix “viaja” con un trastorno similar al de Tourette que lo hace reír cuando una situación lo pone en jaque sobre sus fibras nerviosas, como alguien que está haciendo todo lo posible para ser mejor, pero simplemente no puede salirse de su propia naturaleza.
El punto del filme sobre los votantes del Oscar, de quienes ha trascendido no oficialmente que Joker podría sufrir un rechazo por parte de la Academia, está cerca de revelarse, ya que el actor que bien supo brillar en largometrajes como Gladiador, Her o The Master, es irrefutable que tiene todas las estrellas para ser galardonado como mejor actor protagónico de 2019.