Michel Platini, expresidente de la UEFA, fue detenido por su participación en la concesión del Mundial de 2022 a Cata
El expresidente de la UEFA rindió declaración ante la policía francesa por, supuestamente, haber participado en la trama de corrupción con la que Catar obtuvo el Mundial de 2022.
La sombra de la corrupción no se aleja de la FIFA. Las acusaciones, demandas e investigaciones judiciales aún asechan a la Federación Internacional, incapaz de despegarse de su turbulento pasado reciente que culminó con la caída de su presidente de 1998 a 2016, Sepp Blatter; con el arresto de al menos 22 altos cargos y con una profunda reforma institucional para hacer frente a la ‘nueva era’ que acaudilla Gianni Infantino, máximo dirigente desde febrero de 2016. La concesión de los derechos de organización del Mundial de 2022 a Catar aún es un caso abierto, bajo escrutinio de las autoridades francesas y suizas debido a las sospechas de corrupción y conspiración para que el emirato obtuviera la sede. Un nuevo episodio en la trama se abrió el martes 18 de junio cuando la policía francesa detuvo a Michel Platini, triple Balón de Oro en la década de los 80 y expresidente de la UEFA (2007-2015), debido a su conexión con la confabulación que convirtió a Catar en el primer país del mundo árabe en organizar la Copa del Mundo de la FIFA.
Platini no fue arrestado formalmente. El exfutbolista fue trasladado por los agentes de la Fiscalía Nacional Financiera hacia la oficina central de la lucha contra la corrupción, ubicada en Nanterre, a las afueras de París, para que ofreciera su testimonio en torno a la trama. El interrogatorio está justificado en el marco de la jurisdicción francesa, que brinda a los investigadores la potestad para citar a los implicados en un caso para evitar que concierten entre sí su versión de los hechos. La detención no duró más de 24 horas y el inculpado salió en libertad sin cargos las primeras horas del miércoles. La sospechas de la Fiscalía se centran en una reunión ‘secreta’ celebrada hace 10 años en el Palacio del Elíseo (la sede del poder ejecutivo francés), en la que participaron, según reveló France Football, Nicolás Sarkozy, entonces presidente de Francia; Sophie Dion, consejera deportiva de Sarkozy; Claude Guéant, exsecretario general del Elíseo; Tamim Ben Hamad Al Than, actual emir de Catar; Hamad Ben Jassem, entonces ministro de Exterior catarí; y Platini. El expresidente de la UEFA habría votado a favor de la candidatura de Catar, gracias a su cargo como miembro del Comité Ejecutivo de FIFA, a cambio, según las acusaciones, de favores políticos para él y para Francia, de los que también se habría beneficiado Sarkozy.
La detención de Platini lleva a Catar 2022 a un triple entronque. El futuro de la próxima Copa del Mundo, según TNT Sports, estaría en entredicho: el medio informa que, a raíz de los interrogatorios al exdirigente del fútbol europeo, los altos cargos de la Federación sostienen «reuniones secretas» para estudiar posibles alternativas. Tres escenarios. Y tres años y medio por delante.
Número uno. Catar 2022 no cambia. El escenario más probable. Catar ya tiene listos dos de los ocho estadios que presentará para la Copa del Mundo: Al Janoub Stadium (en Al Wakrah) y Khalifa International Stadium (en Doha, la capital). El presupuesto de 200 mil millones de dólares para la infraestructura que requerirá el Mundial (estadios, carreteras, aeropuertos, puertos) ya está en uso. Además, el pasado 22 de mayo, la FIFA confirmó que el Mundial de Catar se disputará con 32 participantes; la posibilidad de una expansión a 48 equipos, finalmente, fue desestimada. Una semana después, el organismo regente del fútbol internacional concedió a Catar la sede de las ediciones 2019 y 2020 de la Copa Mundial de Clubes.
El plan está en marcha y cualquier cambio, con la premura, sería extremadamente perjudicial, tanto para la FIFA como para el emirato. La última vez que la FIFA modificó la sede oficial de una Copa del Mundo fue el 20 de mayo de 1983, cuando reasignó a México la concesión que originalmente había conseguido Colombia para la edición de 1986. Y, en aquella ocasión, fue la misma nación la que renunció a los derechos de organización, debido a la incapacidad para cumplir con los requerimientos de infraestructura y seguridad que exigía FIFA.
Número dos. Inglaterra acoge la sede. Si bien Catar venció a Estados Unidos en la última ronda de votaciones en 2010, Inglaterra ha estado a la cabeza de las alegaciones contra la designación. La candidatura de ‘la isla’ perdió contra Rusia por la sede del Mundial de 2018. David Triesman, entonces presidente de la Football Association, denunció ante la Cámara de los Comunes (parte del Parlamento británico) que cuatro miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA intentaron sobornarlo para votar por Rusia y Catar. Inglaterra había presentado una propuesta con 15 estadios en 12 ciudades (tres en Londres); 13 ya existen y operan al 100% para partidos de la Premier League y la Championship (Segunda División), por lo que la nación sería una opción viable en caso de una emergencia. Sin embargo, el escenario es poco probable, toda vez que el reglamento de FIFA estipula que una Confederación no puede repetir sede hasta dos ediciones después de la celebración de un Mundial en un país de su adscripción. Como Rusia (Europa) organizó la Copa de 2018, Inglaterra no cumpliría los requerimientos.
Número tres. United 2026 entra en escena. En junio de 2018, un día previo al inicio de la Copa del Mundo de Rusia, la FIFA adjudicó, en el marco de su 68° Congreso anual, la sede del torneo del año 2026 a la primera propuesta tripartita de la historia: México-Estados Unidos-Canadá. No obstante, las posibilidades de que la Federación adelante el Mundial conjunto cuatro años son poco halagüeñas. Si bien Canadá y Estados Unidos tienen sus sedes listas en caso de cualquier sobresalto, México aún enfrenta muchos retos relativos a la infraestructura. Para empezar, el Estado Azteca fue el recinto peor evaluado de los 23 que conformaron la propuesta presentada ante el Comité Técnico de FIFA (3.5 puntos sobre un total de 5); sin embargo, cumple con todos los mínimos estándares de la Federación. Una remodelación de sus accesos, estacionamiento y sus alrededores supondría más de tres años, en comparación a otras experiencias similares en el resto del mundo.
Además, la política de austeridad económica de la actual administración federal, liderada por Andrés Manuel López Obrador, no se ha mostrado muy favorable a desembolsar recursos públicos para la celebración de eventos deportivos de calibre internacional. La extinción del Consejo de Promoción Turística, que canalizaba presupuesto para que la Fórmula 1 y la NFL se establecieran en México una vez al año, es un botón de muestra. Empero, la única forma en la que FIFA, de acuerdo al artículo 69 de los estatutos, podría cambiar la sede del Mundial, sería a través de la convocatoria de un Congreso Extraordinario, pues el Congreso de FIFA (la asamblea de los 211 presidentes de todas las federaciones miembro) es el único cuerpo con la potestad de nombrar a un organizador del Mundial.