El último rinoceronte blanco del norte macho murió en Kenia con 45 años, anunciaron sus guardianes, lo que deja a dos hembras como únicas supervivientes de esta subespecie, aunque los científicos todavía esperan poder salvarla de la extinción.
La reserva Ol Pejeta Conservancy dijo en un comunicado que había tomado la decisión de sacrificar el lunes al rinoceronte llamado Sudán, junto a funcionarios kenianos y sus anteriores cuidadores, debido al rápido deterioro de su estado de salud.
El rinoceronte había pasado acostado dos semanas a fines de febrero y principios de marzo debido a la incomodidad que le provocaba una profunda herida en su pata trasera.
“Su estado empeoró significativamente en las últimas 24horas; no era capaz de ponerse de pie y estaba sufriendo mucho», dijo Ol Pejeta.
“El equipo veterinario del zoológico Dver Kralove, Ol Pejeta y el Servicio de Naturaleza de Kenia tomaron la decisión de sacrificarlo», agregó la institución.
REPRODUCCIÓN FALLIDA
Sudán vivía en el zoológico de Dver Kralove, en la República Checa, antes de ser transportado a la reserva Ol Pejeta, a unos 250 kilómetros al norte de Nairobi, donde vivía con las dos últimas hembras de la misma especie: Najin, de 27 años, y Fatu, de 17.
Tras los intentos fallidos para aparearlo de forma natural, los ecologistas colocaron el año pasado a Sudán en la aplicación de citas Tinder, con la esperanza de recaudar suficiente dinero para pagar un tratamiento de fertilidad de 9 millones de dólares.
Ol Pejeta dijo que había recogido el material genético de Sudán el lunes y que podría usarse en el futuro para intentar la reproducción de los rinocerontes blancos del norte.
Agregó también que los científicos estaban buscando formas de realizar una fertilización in vitro.