El dispositivo coloca el dedo del usuario en contacto con el gatillo y aprovecha el retroceso de los disparos para que el arma salte de atrás a adelante, manteniendo pulsado el gatillo
Stephen Paddock, el hombre armado que disparó contra una multitud que asistía a un concierto en Las Vegas, añadió mecanismos a dos armas semiautomáticas para convertirlas en totalmente automáticas.
Estos dispositivos, que se adosan a la parte posterior del arma, ya habían llamado la atención de las autoridades en los últimos años.
La senadora de California, Dianne Feinstein, lleva tiempo haciendo campaña en contra de esos aditamentos.
Hace varios años, Feinstein aseguró que le preocupaba la aparición de técnicas para hacer que un arma de fuego fuera totalmente automática.
“Esta culata de recambio convierte un fusil semiautomático en un arma que puede disparar entre 400 y 800 cartuchos por minuto”, explicó.
Un fusil semiautomático dispara un proyectil por cada vez que se acciona el gatillo.
En un arma totalmente automática, un único accionamiento del gatillo hace que todos los cartuchos sean percutidos hasta que se acabe el cargador.