Un incidente entre militares y residentes de una comunidad indígena venezolana, cerca de la frontera con Brasil, dejó al menos un civil fallecido y varios heridos de bala, dijeron a Reuters líderes locales, familiares y médicos de centros de salud cercanos a la población de Kumarakapay, al sur del país.
Los oficiales habrían disparado para evitar que les bloquearan el paso cuando movilizaban equipos para reforzar el cierre fronterizo que ordenó el presidente Nicolás Maduro, a pocas horas de que la oposición intente ingresar contenedores con ayuda humanitaria desde Brasil, agregaron los testigos.
Ricardo Delgado, uno de los líderes de la comunidad de la etnia pemón en Kumarakapay, identificó a la víctima fatal como Zoraida Rodríguez. Al menos una docena de personas también resultaron heridas, agregó Delgado, quien destacó que no tenía más detalles sobre lo ocurrido.
El líder opositor Juan Guaidó, a quien decenas de países reconocen como jefe de Estado interino de Venezuela, dijo en Twitter que los militares deben decidir «de qué lado están en esta hora definitiva».
«A todos los militares: entre hoy y mañana ustedes definirán cómo quieren ser recordados. Ya sabemos que están con el pueblo, ustedes nos lo han dejado muy claro. Mañana podrán demostrarlo», agregó Guaidó, quien desde el jueves se dirigía en un convoy de carros hacia la frontera con Colombia para recibir la ayuda.
Maduro ordenó que desde el jueves por la noche se cerrara la frontera de 2.199 kilómetros con Brasil, porque esa nación tiene un centro de acopio de alimentos y medicinas y apoya el ingreso de ayuda.
El gobierno niega que exista una crisis humanitaria en el país petrolero, del que han salido desde el 2015 al menos 3,4 millones de personas, de acuerdo con Naciones Unidas.
«Los venezolanos continúan huyendo a la misma tasa de unos 5.000 por día», dijo el portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, en una conferencia de prensa el viernes en Ginebra.
Organizaciones no gubernamentales han destacado los efectos de la carencia de comida y medicamentos en los venezolanos, algunos esperando con urgencia la ayuda.
El cierre las fronteras a la ayuda humanitaria es «repugnante y totalmente inaceptable», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jeremy Hunt.
Maduro, quien está cada vez más aislado internacionalmente, cuenta con el respaldo potencias como Rusia y China, y de aliados regionales como Bolivia.
«Lamentamos que la Ayuda Humanitaria quiera ser utilizada como ‘caballo de Troya’ en Venezuela, para invadir y provocar una guerra», escribió en Twitter el presidente de Bolivia, Evo Morales. «Los hermanos latinoamericanos no podemos ser cómplices de una intervención militar. Defender a Venezuela es defender la soberanía de #AméricaLatina», agregó