El Tricolor tiene poco entendimiento, genera pocas ocasiones de peligro y el sector defensivo sufre en la victoria de 2-1
La Selección Mexicana tiene una deslucida victoria de 2-1 ante Nueva Zelanda, donde la mayor parte del encuentro los jugadores no se entendieron dentro de la cancha, generaron pocas ocasiones de peligro y el sector defensivo sufrió. Lo rescatable, la combinación del gol entre Oribe Peralta y Marco Fabián.
El primer lapso comenzó con un Tricolor intentando tener la iniciativa, pero no hubo la coordinación esperada.
Al minuto 15, México estuvo a punto de irse abajo en el marcador, pero Jesús Corona estuvo atento para despejar el remate de Marco Rojas, quien se llevó a Hugo Ayala y Jordan Silva.
México seguía intentando y la banda derecha fue la más fructífera. Hirving Lozano se internó en el área y recibió un pisotón por atrás, lo que ocasionó que el árbitro marcara penal. Giovani dos Santos engañó al arquero enviando su remate pegado al poste izquierdo.
México tuvo oportunidad de incrementar el marcador cuando Lozano mandó su remate que rozó el travesaño.
Un minuto antes de que terminara el primer lapso, Jesús Gallardo tuvo un doble remate, pero el balón se fue por encima del arco.
En la parte complementaria, el Tricolor salió desconcentrado y Nueva Zelanda lo aprovechó. Por la banda izquierda, Deklan Wynne mandó servicio al área para que Marco Rojas cerrara la pinza y emparejara el marcador al 45’.
Diez minutos después, llegó la jugada del partido. Jesús Gallardo mandó servicio al área, Peralta hizo una finta, Marco Fabián prolongó el esférico, el delantero del América se la devolvió y el jugador del Eintracht Frankfurt definió de maravilla.
En los minutos posteriores, Juan Carlos Osorio movió sus piezas y saco a Peralta y Fabián. El Tricolor empezó nuevamente con la falta de coordinación y los neozelandeses llegaban al área mexicana. Sin embargo, no estuvieron finos al ataque.