Vergonzosamente el Tri no pudo romper el cero en el tiempo regular y tuvo que definir su avance en la Copa Oro con un penal al minuto 93
Sí, un penal definió la clasificación de México a la Final de la Copa Oro, después de 120 minutos, tras vencer 1-0 a Haití en las Semifinales de la competencia de la Concacaf.
Los caribeños, el combinado 101 en el ranking de la FIFA, mostraron que ya no son aquél equipo al que se le ganaba de manera fácil y aguantó los embates del Tricolor hasta los Tiempos Extra, cuando la desesperación los llevó a cometer una falta, apenas a dos minutos de la prórroga.
Aun así, México fue culpable de que se haya alargado la agonía.
Gerardo Martino planteó un cuadro con jugadores experimentados: Rodolfo Pizarro y Raúl Jiménez al ataque, Andrés Guardado en la médula del campo, Carlos Salcedo y Héctor Moreno en la zaga defensiva.
No aparecieron los Carlos Rodríguez ni los Uriel Antuna, reflejo de que el «Tata» lo que quería era mantener el esférico pegado a los pies, algo que resultó en la primera parte del encuentro, pero que el combinado azteca abusó de dicho recurso.
Y es que en la primera mitad todo quedó cerrado en medio campo.
Hervé Bazile, Wilde-Donald Guerrier y Duckens Nazon fueron peligrosos para la causa haitiana, sí, pero no lo suficientemente determinantes para abrir los cartones y peligrar el arco de Francisco Guillermo Ochoa.
La segunda mitad sólo reflejó: uno, la inexperiencia de algunos elementos de la Selección Nacional y dos, la falta de contundencia tanto del ataque azteca como de la táctica de Martino.
Jesús Gallardo, Edson Álvarez y Jonathan dos Santos no encontraron ese ritmo y esa afortunada jugada para brillar, buscando el arco del experimentado arquero Johny Placide.
Por ratos, las llegadas del Tri eran entorpecidas y, parecía, que nadie quería ganarse su boleto a la Final de la competencia de la Concacaf.
Como ha sido gran parte del torneo, Luis Rodríguez «El Chaka», fue de los jugadores que más ganas mostró para irse al frente y resolver el duelo, algo que se reflejó, incluso, en una aparatosa herida en la cabeza cuando peleaba el esférico ante Bazile, por lo que terminó jugando con un gorro de nadador.
«Tata» entendió las necesidades del equipo y tuvo que meter a los revulsivos, Guardado salió por Rodríguez y Roberto «Piojo» Alvarado dio su lugar a Antuna.
Sí, la cara de México fue otra con el ingreso del juvenil del LA Galaxy, pero no lo suficiente, pues el impetú de Pizarro y Jiménez parecía caer en una desesperación conforme pasaban los minutos.
Desesperación que se reflejó en una jugada que, juzgada por un árbitro de mayor envergadura, pudo haber sido una dolorosa expulsión para el combinado azteca.
En una escapada de Haití, Frantzdy Pierrot, viejo conocido de Ochoa pues es jugador de la Liga de Bélgica, Moreno tuvo que sacar el colmillo para hacer una llamada «falta técnica» que le costó la tarjeta amarilla.
Un par de tropiezos de los haitianos, un par de llegadas claras de los mexicanos, pero ninguno pudo romper el cero y se tuvo que llegar a los tiempos extra.
Ahí, México tuvo un «regalo divino», que tal vez encubrió el «error» cometido el duelo pasado ante Costa Rica, que se transformó en un penal en contra que también llevó el duelo hasta la prórroga.
Al 93′, Jiménez recibió de espaldas el balón y, tras sentir el abrazo de un zaguero de Haití, terminó en el césped, hecho que Abdulrahman Al Jassim, de origen qatarí, juzgó como pena máxima.
Y aunque al final un tiro de los caribeños se estrelló de manera dramática en el poste del arco de Ochoa, el grito de gol siempre si llegó al Estadio de la Universidad de Phoenix y con él el triunfo sufrido de un México que tal vez se pueda excusar con un cansancio de haber disputado dos duelos en Tiempos Extra pero, reviviendo lo sucedido en 2017, contra Jamaica o Estados Unidos, podría ser un foco rojo en la Gran Final de la Copa Oro.