Hermelinda Salgado, investigadora de la Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Neurológicas del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, explicó que el producto potencia la recuperación funcional del sistema nervioso, que muchas veces tarda 15 años o más.
Un grupo de investigadores mexicanos desarrollaron polímeros para tratar las lesiones de médula espinal y ayudar a la regeneración del sistema nervioso, informó hoy el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Hermelinda Salgado, investigadora de la Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Neurológicas del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, explicó que el producto potencia la recuperación funcional del sistema nervioso, que muchas veces tarda 15 años o más.
«Pacientes con lesión medular crónica logran cierto grado de recuperación espontánea en el control de esfínteres, en la percepción de sensibilidad e incluso en la motricidad, pero esto ocurre después de 15, 20 o más años», señaló.
La lesión traumática de médula espinal puede causar pérdida de las funciones autonómicas, sensibilidad y motoras en dos (paraplejia) o en las cuatro extremidades (cuadraplejia).
El producto está hecho a base de monómeros de pirrol sintetizados por plasma que promueven la neuroprotección y recuperación del sistema nervioso.
La especialista en neurociencias detalló que anteriormente se pensaba que el sistema nervioso no podía regenerarse, pero se ha demostrado que sí existe cierta capacidad de regeneración, aunque esta es limitada y lenta.
«Uno de los objetivos es favorecer, estimular y acelerar estos procesos», aseguró.
Salgado destacó que al año se reportan a nivel mundial entre 15 y 40 casos de lesiones medulares por cada millón de habitantes, mientras que en México, el último estudio que se realizó para la Ciudad de México reportó 18,4 casos por cada millón de habitantes.
«Lo dramático es que al tratarse de lesiones en la médula espinal ocasionadas por accidentes, los pacientes son principalmente jóvenes de entre 15 y 35 años de edad, quienes vivirán una vida poco productiva o improductiva y tendrán que depender de alguien más», señaló.
Con este producto, los investigadores buscan ofrecer una opción terapéutica para este tipo de pacientes y brindarles, en el futuro, un tratamiento completo y eficaz «que les permita reintegrarse a la sociedad de la mejor manera posible», subrayó.
Hasta hoy el polímero cuenta con dos patentes concedidas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), así como con cinco patentes internacionales registradas en Estados Unidos, Rusia, Japón, China y la Unión Europea, y dos más en estatus de solicitud en Indonesia e India.
La investigadora explicó que, de comprobarse que existe recuperación, podrían realizarse pruebas en pacientes que hasta hoy no tienen esperanza de recuperar alguna función de manera espontánea.
«Quizá con este desarrollo podrían controlar la vejiga, tener sensibilidad y movilizar las extremidades con ayuda de su terapeuta, o disminuir el dolor neuropático», dijo Salgado.
En la investigación participaron científicos de la Universidad Autónoma Metropolitana, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares.