La decisión de Lionel Messi de quedarse en el FC Barcelona significa una «pérdida» absoluta para el atacante argentino en su plan de buscar otro rumbo, pero incluso es una mala noticia para la selección albiceleste, opinó la prensa local este sábado.
«Para Messi todo fue pérdida. No deja de verse y escucharse a una persona golpeada anunciando su permanencia en el Barcelona», según el diario deportivo Olé.
Después de haber enviado un burofax expresando la intención de dejar el club y convulsionar al futbol internacional, el astro argentino se vio forzado a poner reversa.
«El que más perdió en esta historia es Messi. Se queda donde no se quería quedar. (El presidente del Barça, Josep María) Bartomeu consiguió que no se fuera y los hinchas tendrán al mejor un año más», consideró la publicación.
Recordó, sin embargo, que «hay heridas que no cicatrizan sencillamente y menos aun cuando las tensiones siguen tan latentes como antes: no hay proyecto deportivo pensado a lo grande, la dirigencia es la misma que lo difamó hace pocos meses, el feedback con (el técnico Ronald) Koeman está lejos por ahora y ponerse como objetivo la Champions parece demasiado lejano».
Por su parte, el diario Página 12 indicó que «aunque su profesionalismo y compromiso con la selección están fuera de toda duda, Messi arrancará las eliminatorias al Mundial de Qatar-2022 y llegará a la Copa América 2021 (en Argentina y Colombia) con mucho mayor desgaste que el que de por sí provoca una temporada larga».
El matutino agregó que su permanencia con los azulgranas «es una mala noticia» y que «todo eso habrá de pesarle en las piernas y sobre todo, en la cabeza, a la hora de calzarse la celeste y blanca con el número 10».
Para el diario Tiempo Argentino «el giro abrupto» en la decisión de Messi es «un hecho de lógica similar al vivido con el seleccionado argentino en 2016». Ese año renunció al combinado albiceleste que le tenía como capitán tras perder la final de la Copa Centenario en EU ante México y errar uno de los tiros en la definición por penales.
Sin embargo, aclaró: «Aquella decisión, tomada en caliente y con el corazón roto por una nueva frustración deportiva no tuvo el carácter premeditado de esta con Barcelona, en la que claramente hubo una estrategia sugerida por sus abogados».