«Me alegro de que mi madre se muriera»: la difícil infancia como estrella de Nickelodeon que expone Jennette McCurdy en sus memorias

Jennette McCurdy recuerda el ataque de risa que tuvo el día del funeral de su madre.

Era septiembre de 2013 y Debra McCurdy, la progenitora de la actriz, conocida por interpretar a Sam Puckett en la serieiCarly del canal infantil de televisión Nickelodeon, acababa de fallecer por un cáncer que le fue diagnosticado por primera vez cuando su hija tenía 2 años.

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McCurdy, quien tiene ahora 30, estaba sentada junto a sus hermanos Marcus, Dustin y Scottie, observando cómo los portadores intentaban meter el féretro en la sala en la que sería velado.

«¿Cuánto te apuestas a que se les va a terminar cayendo, que el cuerpo de nuestra madre saldrá rodando, se levantará y empezará a gritarnos?», dijo uno de sus hermanos, haciendo al resto de la prole estallar en carcajadas.

Así se lo contó la californiana a Vanity Fair en una de las muchas entrevistas que está ofreciendo para promocionar sus memorias, que se publicaron el 9 de agosto en Estados Unidos de la mano de la editorial Simon & Schuster y que ya son un superventas.

Sus comentarios a la revista son tan provocativos como el título del libro —I’m Glad My Mom Died («Me alegro de que mi madre muriera»)— y la portada del mismo: la exniña prodigio posa, con una mueca y vestida de rosa pastel, mientras acuna una urna del mismo color.

Pero las frases tan descorazonadoras como hilarantes no terminan en la tapa amarilla de la memoir.

Dentro, McCurdy salpica con humor —más bien negro— el relato de los episodios más dramáticos de su infancia y adolescencia, desde la difícil relación con una madre que la «abusaba física y emocionalmente», pasando por su batalla contra el alcohol y los trastornos alimentarios, hasta el «trato indebido» que supuestamente recibió por parte de un guionista de Nickelodeon.

Ya lo abordó, de alguna manera, en un show que llevaba el mismo título y que presentó en teatros de Nueva York y Los Ángeles en 2021, y en su podcast Empty Inside («Vacía por dentro»).

Y es que, tras los flashes, los premios, los titulares y las portadas, las primeras décadas de quien también fuera cantante —hoy retirada de la actuación y centrada en su faceta de guionista y escritora— no fueron fáciles.

«Estaba esta parte de mi vida tan cursi, tan brillante y perfecta, tan falsa», le dijo al diario estadounidense The Washington Post. «Y luego estaba la parte dolorosa, real, cruda, esa parte que pasaba completamente desapercibida».

Duchas con su madre hasta los 16 años

McCurdy creció en una familia mormona relativamente sencilla en el condado de Orange, en el sur de California.

Su padre, Mark McCurdy, tenía dos trabajos y no era precisamente, tal como ella lo describe, «alguien muy conectado con sus emociones». Tras la muerte de su madre descubriría que no era su padre biológico.

Su madre, Debra, quien la educó en casa junto a sus tres hermanos mayores, proyectó en ella sus aspiraciones frustradas de convertirse en actriz y la metió en el mundo del espectáculo a sus tiernos 6 años.

«¿Quieres ser la pequeña actriz de mamá?», cuenta en el libro que le preguntó un día.

Debra dictó qué debía gustarle y qué no y tomó cada una de las decisiones por ella hasta bien entrada su adolescencia, según lo que cuenta en las memorias y lo que ha repetido en las entrevistas con la prensa.

Se duchó con ella hasta que cumplió 16 años, le lavaba el cabello, le afeitaba las piernas y le practicaba exámenes vaginales y mamarios de rutina para «asegurarse de que no tenía ningún bulto» que pudiera ser cáncer.

«Se esforzó por mantener nuestra relación en privado. Ahora lo veo como algo que me condicionó (la vida), pero entonces pensaba ‘Oh, mamá y yo tenemos una relación tan especial'», le confesó a The Washington Post.

Unas fans se toman una foto con Jennette McCurdy durante un evento para promocionar «Sam & Cat» de Nickelodeon en el Planet Hollywood de Times Square, Nueva York, Estados Unidos, el 14 de mayo de 2013.

«Fue como cuando tienes un mejor amigo y compartes todos esos secretos. Sientes que es una forma de intimidad. Eso es lo que hizo mi madre conmigo. Solo que no era amistad. Era abuso».

«The Creator»

Después de años de actuar en anuncios y programas de televisión varios, como Malcolm in the Middle (2003-2005), Zoey 101 y Law & Order: SVU (ambos en 2005), la gran oportunidad le llegó cuando fue seleccionada para hacer de Sam Puckett en la serie iCarly.

El papel lo interpretaría durante seis temporadas (2007-2012) y le valdría, entre otros reconocimientos, cuatro Kids Choice Awards, que otorga el propio canal a aquellos que resultan más votados por la audiencia.

En los años en los que rodó la serie, al abuso que sufría por parte de su madre se le sumaría, según cuenta, otro: el de un hombre al que prefiere no nombrar y se refiere simplemente como The Creator («el creador»).

«Decidí llamarle El Creador porque me parece entretenido y porque se ajusta al personaje», le explicó a Vanity Fair.

En sus memorias cuenta cómo este le ofreció alcohol siendo menor de edad («Los chicos de Victorious —otra comedia de Nickelodeon— se emborrachan juntos todo el tiempo y los de iCarly son tan saludables») y le dio un masaje en la espalda que ella consideró inapropiado.

«Tengo muchos nudos en los hombros, pero no quiero que sea El Creador el que me los elimine. Quiero decirle algo, que se detenga, pero me da tanto miedo ofenderlo», escribe.

En sus memorias asegura que un agente le dijo que Nickelodeon le ofrecía US$300.000 por no hacer pública su experiencia durante el show en general y con El Creador en particular —»dinero a cambio de su silencio», tal como ella lo describe—, pero que ella se rehusó a aceptarlo.

BBC Mundo ha pedido comentarios al respecto a Nickelodeon, pero no ha obtenido respuesta.

En esos años, tras bambalinas la ahora exactriz sufría un trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad por su condición de celebrity y una anorexia galopante, reforzada por el régimen de «restricción de calorías» impuesto por su madre.

En su libro, McCurdy también habla de la relación tensa que tuvo en aquellos años con Ariana Grande, con quien coincidiría en Sam & Cat. En el nuevo show McCurdy seguiría con su papel de Sam, de iCarly, y Grande sería Cat, el personaje que interpretó en Victorious.

Duró una temporada, en 2013, y fue «humillante», describe McCurdy, porque mientras a Grande se le permitió perseguir su carrera de estrella del pop, ella se vio obligada a rechazar papeles en películas.

Ella también incursionó en la música, lanzando su primer sencillo, titulado So Close, en 2009. Le siguieron los EP Not That Far Away y Jennette McCurdy, en 2010 y 2012 respectivamente, y un álbum de estudio homónimo en 2012.

En 2017 dejó la actuación y decidió centrarse en su carrera como guionista y directora.

Hoy, con la publicación de sus memorias, dice sentirse en paz.

Así se lo dijo en una entrevista al medio The Hollywood Reporter, cuando le preguntaron qué le diría a su yo más joven o qué le hubiera gustado escuchar en aquellos tiempos a los que hacen referencia sus memorias:

«Me hubiera dicho: ‘Vas a estar bien, niña. Vas a poder cumplir tu sueño de escribir y dirigir. Sigue trabajando duro y lo conseguirás’. Mi vida se siente ahora más alineada que nunca».

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